La órbita ocular son todas las cavidades óseas que alojan y protegen los ojos y a todas las estructuras que intervienen en el soporte de éste.
La cavidad orbitaria es una cavidad ósea que se encuentra situada debajo de la bóveda del cráneo y aloja el globo ocular. Ésta tiene forma de una pirámide cuadrangular y está compuesta por siete huesos que construyen las cuatro paredes que la conforman. Es indispensable para proteger los ojos y garantizar el correcto movimiento de los mismos.
Muchas de las alteraciones orbitarias están causadas por enfermedades generales, pero necesitan la atención de un oftalmólogo para su diagnóstico y tratamiento. Las enfermedades de la órbita son poco comunes y suelen estar relacionadas con enfermedades sistémicas como el hipertiroidismo.
En Área Oftalmológica Avanzada explicamos a continuación, qué es la órbita ocular, para qué sirve y cómo es su anatomía.

¿Qué es la órbita ocular?
Cuando hablamos de órbita ocular nos referimos a las dos cavidades orbitarias que alojan los globos oculares y todos los anexos que ejercen de soporte a los mismos.
La órbita del ojo es la cavidad en la que se encuentran las estructuras oculares. En ella, se halla todo lo que rodea al ojo: membranas, músculos, grasa orbitaria, el nervio óptico, huesos y otros tejidos blandos.
Los huesos que delimitan las cavidades se conocen con el nombre de órbitas.
¿Para qué sirve esta fosa orbitaria?
La órbita es una estructura muy importante, pues sirve para alojar al ojo y demás estructuras indispensables para el funcionamiento del sistema visual. Sus paredes actúan como una cueva protectora que protege el globo ocular, así como sus músculos y permite sus movimientos.
¿Cómo está formada la órbita del ojo?
La órbita del ojo tiene forma de pirámide cuadrangular y posee un eje oblicuo que va de delante hacia atrás y de fuera hacia adentro.
Las medidas de la órbita pueden ser distintas en cada persona, pero por lo general oscilan entre los 42 y 50 mm de profundidad, 40 mm de anchura en la base y 35 mm de altura.
El volumen en el interior de la cavidad es de aproximadamente 30 mL y está compuesto por el globo ocular, el nervio óptico, la musculatura extraocular, las arterias, las venas y los nervios, la glándula lacrimal y la grasa periorbitaria.
Las cuatro paredes de la órbita ocular (superior, inferior, interna y externa) están formadas por siete huesos.
La superficie interna de la cavidad está forrada por un tejido fibromuscular denominado periórbita, que en el canal óptico se continúa con la duramadre.
¿Cuál es la función de la cavidad orbitaria?
La órbita ocular es todo lo que rodea al ojo que, además de los huesos, incluye membranas, grasa y músculos. Los huesos del ojo forman toda la cavidad donde se aloja el globo ocular y los tejidos blandos.
El conjunto de todo ello nos brinda una estructura indispensable para proteger el globo ocular y hacer posible los movimientos oculares.
El sistema óseo de la estructura ocular cumple una función mucho más importante que el armazón o sostén de la misma. Toda la pirámide orbitaria es indispensable para proteger los ojos y permitir una correcta visión.
Enfermedades de la órbita ocular
Las enfermedades que afectan a la órbita ocular no son muy frecuentes, pero deben ser atendidas cuanto antes por un experto en órbita ocular para proteger la salud visual.
Entre las enfermedades orbitarias más frecuentes, destacan:
Traumatismo orbitario
Los golpes en la órbita ocular pueden ocurrir por múltiples causas, pero las más frecuentes son aquellas que se originan durante la práctica de algunos deportes de contacto, accidentes de tránsito, caídas accidentales o agresiones.
Siempre que suceda un traumatismo orbitario es indispensable comprobar la función visual, los movimientos oculares y cualquier otro síntoma vinculado al ojo que pueda presentarse en el paciente.
Fracturas orbitarias
Muchas veces, los traumatismos oculares pueden causar una fractura en la órbita. Estas pueden provocar visión doble, dolor al mover los ojos, hundimiento del globo ocular y disminución de la sensibilidad en mejillas y dientes. En estos casos es indispensable realizar una tomografía computarizada de la órbita ocular para detectar dónde se ha producido la ruptura.
Cuando la fractura perjudica la estructura muscular responsable de la movilidad de los ojos o es de un tamaño tan grande que causa la expansión de la órbita, será necesario realizar un tratamiento quirúrgico orbitario.
Tumores orbitarios
Existen varios tipos de tumores que pueden afectar la órbita ocular, pero la gran mayoría son poco frecuentes.
- Los tumores benignos son los más comunes y entre estos resaltan los angiomas cavernosos. Estas lesiones crecen muy lento y suelen estar presentes desde el nacimiento.
- Los tumores malignos primarios más frecuentes en la órbita son los linfomas. Estas lesiones no se operan, sino que se tratan con quimioterapia y radioterapia.
- La metástasis de otros tumores es más frecuentes que los tumores malignos en la órbita. El cáncer de mama es el que más afecta a la órbita ocular.
Orbitopatía tiroidea
La alteración orbitaria asociada al mal funcionamiento de la glándula tiroides u orbitopatía tiroidea suele estar vinculada al hipertiroidismo, condición que se manifiesta debido al aumento en sangre de la hormona tiroidea. Este trastorno autoinmune inflama los tejidos orbitarios y está causado, casi siempre, por el hipertiroidismo, una alteración de la glándula tiroides.
El sistema inmune de los pacientes con orbitopatía tiroidea ataca sin razón aparente los músculos extraoculares, párpados y grasa localizada.
El hipertiroidismo es una de las principales causas del exoftalmos, proptosis, retracción de los párpados, neuropatía óptica, visión doble y miopatía restrictiva, que ocurre cuando los músculos pierden su elasticidad.
Los síntomas de la orbitopatía tiroidea incluyen sequedad ocular, enrojecimiento, sensación de presión alrededor del ojo y pesadez en los párpados.
Inflamación de la órbita
La inflamación de la órbita ocular puede estar provocada por un proceso inflamatorio sistémico como la granulomatosis con poliangitis.
También puede inflamarse por procesos que afectan únicamente a los ojos como la escleritis, que es la inflamación de la parte blanca del ojo conocida como esclera, por una dacrioadenitis inflamatoria o una miositis.
Tratamiento
El tratamiento de las enfermedades de la órbita ocular depende del tipo de afección y su gravedad. La orbitopatía ocular se suele tratar con la aplicación de lágrimas artificiales, uso de gafas y antiinflamatorios corticoides en caso de inflamación crónica.
Otras afecciones de la órbita ocular pueden ser tratadas a través de los siguientes procedimientos:
Evisceración
La evisceración del ojo es un proceso que se lleva a cabo para vaciar el contenido ocular conservando únicamente sus paredes. El volumen faltante se repone con un implante orbitario y posteriormente se coloca una prótesis externa que asemeja la apariencia de un ojo sano.
Enucleación
La enucleación del ojo se realiza para tratar tumores oculares y malignos como el melanoma uveal. Consiste en extraer el glóbulo ocular, se coloca un implante orbitario y luego se coloca una prótesis externa que asemeja la apariencia del ojo.
Exenteración
La exenteración orbitaria es un procedimiento más invasivo y consiste en vaciar todo el contenido de la órbita ocular. Esta cirugía se lleva a cabo para tratar tumores orbitarios muy agresivos que pueden invadir la región craneal.
En Área Oftalmológica Avanzada contamos con especialistas médicos especializados en alteraciones de la órbita ocular. Si necesitas más información o deseas agendar una cita no dudes en contactarnos.

