Algunas enfermedades oculares suelen ser silenciosas pero, al manifestarse, suelen hacerlo de una forma perjudicial para nuestra salud. Por ejemplo, puede ocurrir que una persona que goza de una aparente salud visual, de repente, sufra una pérdida de visión.
Sin embargo, aunque esto resulta muy poco frecuente, la pérdida momentánea de la visión representa un indicio de enfermedad ocular grave que necesita ser atendida de urgencia. Dependiendo de su causa, la pérdida de visión repentina puede ser definitiva o temporal.
En Área Oftalmológica Avanzada te explicamos por qué se puede perder la vista de forma repentina y cómo actuar ante esta situación.
¿Qué es la pérdida de visión repentina?
La pérdida de visión momentánea puede ocurrir repentinamente o de forma progresiva durante un par de días. Este síntoma es el indicio de una enfermedad ocular grave, por lo que se debe acudir inmediatamente al oftalmólogo para realizar una revisión de la salud ocular.
Cuando hablamos de pérdida de visión repentina en un ojo, o en ambos, nos referimos únicamente a cuando la vista se nubla de un momento a otro.
La pérdida de visión repentina conviene distinguirla de la pérdida de visión repentina que se acompaña con mareos, la cual puede deberse a una posible bajada de tensión, debilidad en las piernas o desmayos.
Pérdida de visión repentina en el ojo izquierdo
A la pérdida de visión de un ojo se le llama amaurosis fugaz y suele producirse por la ausencia de circulación sanguínea en la retina.
La amaurosis fugaz o pérdida de visión en un ojo no es una enfermedad, sino un síntoma momentáneo de otros trastornos como la diabetes, alcoholismo, consumo de cocaína, migrañas y tumor cerebral.
¿A qué se debe?
La pérdida de visión repentina puede estar causada por diversos factores que, por lo general, están asociados a la estructura ocular.
Por ese motivo, es importante acudir al oftalmólogo justo en el momento en el que se presenta la pérdida de visión.
Entre las principales causas de una pérdida de visión repentina encontramos:
Degeneración macular
La mácula es una mancha diminuta que se encuentra en el centro de la retina y es la responsable de la visión central.
Asimismo, la degeneración macular asociada a la edad es una enfermedad degenerativa que afecta de forma progresiva a la mácula y es una de las principales causas de pérdida de visión en el mundo.
Desprendimiento de retina
El desprendimiento de retina es una de las causas más frecuentes de la pérdida de visión repentina.
La forma más común de esta enfermedad es el desprendimiento de retina regmatógeno. Este tipo de desprendimiento de retina ocurre cuando la rotura permite el paso del humor vítreo a la zona retiniana.
Generalmente, es una patología que puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres y suele manifestarse entre los 40 y 70 años de edad. Sin embargo, también puede ocurrir en personas jóvenes con problemas importantes de visión con una miopía muy elevada.
Hemorragia vítrea
La hemorragia de humor vítreo es un trastorno que suele producirse como un evento previo al desprendimiento de retina.
La hemorragia vítrea se caracteriza por la presencia de sangre en la cavidad vítrea debido a un rasguño, un traumatismo o desgarro de la retina. Del mismo modo, la hemorragia vítrea puede afectar a la visión de forma severa.
Neuropatía óptica isquémica
Existen muchos tipos de neuropatías ópticas que causan pérdida de visión repentina, aunque la más grave es la neuropatía óptica isquémica.
Esta enfermedad se produce por una alteración en la circulación sanguínea del nervio óptico y puede provocar pérdida de visión central, lateral o ambas a la vez.
La neuropatía óptica isquémica está asociada a enfermedades como la arteriosclerosis, arteritis temporal, problemas con el colágeno, embolias y diabetes mellitus. Sin embargo, la hipertensión, el tabaquismo y el colesterol elevado en sangre también son factores de riesgo.
Oclusiones vasculares retinianas
Las oclusiones vasculares en la retina ocurren cuando se presenta un bloqueo de las venas o arterias del ojo. La obstrucción de las arterias oculares causan una pérdida de visión repentina muy brusca que puede afectar todo el campo visual o solo una parte.
El glaucoma y la diabetes mellitus son las causas más habituales de oclusiones vasculares en la retina. Dependiendo del origen de la oclusión el paciente podrá recuperar la vista de forma total o parcial, aunque existe un alto riesgo de que la pérdida de visión sea permanente.
Uveítis
La uveítis es la inflamación de cualquiera de las partes que conforman la úvea del ojo: cuerpo ciliar, iris y coroides.
Esta enfermedad suele ocurrir a partir de los 60 años de edad y su forma más común es la uveítis anterior o iritis, ya que se trata de una patología que afecta única y exclusivamente al iris.
¿Qué hacer ante una pérdida de visión repentina?
La pérdida de visión repentina en uno o ambos ojos se considera una emergencia médica que debe ser atendida de inmediato por un especialista en oftalmología. La atención rápida será clave para salvar la vista del paciente.
Una vez que el paciente se encuentre en urgencias, el oftalmólogo deberá realizar un examen completo tanto del ojo como de la salud general para determinar cuál ha sido el factor desencadenante de la pérdida de visión.
El tratamiento de la pérdida de visión repentina dependerá exclusivamente de la causa que haya provocado este síntoma. Una vez se haya obtenido el diagnóstico, es muy importante comenzar el tratamiento de inmediato para evitar que la pérdida de visión sea permanente.
Del mismo modo, la mejor forma de prevenir la pérdida de visión causada por enfermedades oculares es asistir una vez al año al oftalmólogo para hacernos una revisión oftalmológica.
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