La uveítis es una inflamación intraocular que se produce en la úvea, entre la retina y la esclerótica y, de los distintos tipos que se pueden presentar, la más habitual es la uveítis anterior, iridociclitis o iritis si afecta únicamente al iris

En Área Oftalmológica Avanzada te contamos todo lo que debes saber sobre la iridociclitis.

iridociclitis

¿Qué es la iridociclitis?

La iridociclitis es el tipo más frecuente de uveítis. Aparece de manera repentina, asociada a enfermedades autoinmunes, y sobre todo en pacientes jóvenes y con buena salud.

Lo más frecuente es que la iridociclitis se presente solo en un ojo, y sus síntomas suelen tener una duración de hasta dos meses. La inflamación puede ser recurrente o crónica, y su pronóstico es bueno, ya que los pacientes no suelen tener problemas para recuperarse.

La iritis tiene la característica de que se inflama el iris y el cuerpo ciliar. Estas dos estructuras, junto con la coroides, forman la capa media del ojo (la úvea). Se encuentran en la parte anterior del ojo, y la coroides en la posterior.

Por ello, la iridociclitis o iritis también se conoce como uveítis anterior, ya que afecta a las estructuras oculares ubicadas en la parte anterior del ojo, y hay que diferenciarla de la uveítis posterior, que afecta a la coroides y estructuras cercanas  a la misma como la retina.

Tipos de iritis

Existen distintos tipos de iridociclitis, teniendo en cuenta distintos criterios:

Según la causa que la origina

    • Irodicilitis exógena: se produce por causas externas, por ejemplo traumatismos o gérmenes.
    • Irodiciclitis endógena: cuando la provoca el propio organismo.

En función del tiempo de evolución

    • Uveítis anterior aguda: los síntomas aparecen de forma súbita, y desaparecen en un plazo de 6 semanas.
    • Uveítis anterior crónica: se da cuando los síntomas duran más de 6 semanas, y suele ser asintomática. Está asociada a enfermedades sistémicas tales como síndrome de Behcet, espondilitis anquilosante, artritis reumatoide juvenil, colitis ulcerosa, sarcoidosis, artritis reactiva, sífilis, tuberculosis y enfermedad de Lyme.

Por el tipo de reacción

    • Iridociclitis granulomatosa: suele ser debida a la acción directa de un germen que invade la úvea (sífilis, toxoplasmosis, tuberculosis, etc.).
    • Iridociclitis no granulomatosa: la causa suele estar en reacciones de hipersensibilidad, y normalmente no responde bien al tratamiento con esteroides.

Causas de la uveítis anterior o iridociclitis

La iridociclitis se produce en personas que tienen alguna de las siguientes afecciones:

  • Espondilitis anquilosante.
  • Enfermedad de Crohn.
  • Síndrome de Reiter.
  • Artritis crónica juvenil.
  • Artritis reumatoide.

No obstante no se conocen de forma exacta las causas que la provocan, si bien la iridociclitis suele relacionarse con enfermedades sistémicas como las que acabamos de ver, también puede hacerlo con los siguientes factores:

  • Infecciones (por virus, bacterias, hongos o parásitos).
  • Herencia genética.
  • Alteraciones inmunitarias en las que aparecen anticuerpos.
  • La presencia de HLA B-27 (marcador genético).

Hay muchos casos en los que ni siquiera es posible sospechar la causa que ha provocado la uveítis anterior.

Sin embargo, parece que hay una cierta implicación de distintos anticuerpos que provocan la inflamación entre el iris y el cuerpo ciliar, aunque actualmente no es posible saber qué antígenos o sustancias originan finalmente su aparición.

Desafortunadamente, en la actualidad no se conoce ninguna forma de prevenir la aparición de la uveítis anterior. Lo único que se puede hacer es acudir a la consulta oftalmológica cuanto antes para evitar que la inflamación adquiera mayor gravedad.

A fin de que los síntomas de la iridociclitis no empeoren, una vez que estos aparezcan es importante acudir al servicio de urgencias del hospital más cercano tan pronto como sea posible.

Se debe tener especial cuidado cuando se noten los síntomas de los que hablamos en el siguiente apartado.

Síntomas de la iritis

Los pacientes con uveítis anterior pueden presentar gran cantidad de síntomas:

  • Dolor intenso en el ojo.
  • Enrojecimiento alrededor del iris en forma de rayos de sol.
  • Visión borrosa.
  • Contracción en la pupila (miosis), que no puede reaccionar.
  • Lagrimeo permanente.
  • Líquido turbio en el interior del ojo, debido a la suspensión de partículas inflamatorias (esto es conocido como fenómeno de Tyndall).
  • Depósitos blanquecinos en la córnea (células inflamatorias).
  • Contracciones intensas en los párpados (blefaroespasmos).
  • Adherencias entre el iris y el cristalino.
  • Bolsas acumuladas debajo del ojo, con contenido inflamatorio y abundante (hipopión).

Además, en los casos de pacientes con iritis se pueden presentar complicaciones como las siguientes:

Tratamiento de la iridociclitis

Recomendamos a los pacientes con uveítis anterior que no se automediquen en ningún caso. Es muy importante no hacerlo, y en su caso pedir cita con especialista en enfermedades de la retina para que éste determine el tratamiento a seguir.

Para el tratamiento de la uveítis anterior se suelen emplear las siguientes soluciones:

  • Aplicar midriáticos para dilatar la pupila y evitar molestias.
  • Tomar corticoides para reducir la información.

En Área Oftalmológica Avanzada somos expertos en el tratamiento de la iridociclitis. Si quieres resolver alguna duda más en relación a este tema, contacta con nosotros, ¡nos encantará poder ayudarte!

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Iridociclitis: ¿Qué es? Causas y Tratamiento
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La iridociclitis es el tipo más frecuente de uveítis. Aparece de manera repentina, asociada a enfermedades autoinmunes, y sobre todo en pacientes jóvenes y con buena salud.
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