
El polo posterior del ojo o segmento posterior del ojo es el término oftalmológico que se utiliza para denominar el espacio comprendido entre la parte trasera del cristalino y la pared trasera del ojo donde se encuentra la retina, el humor vítreo y el nervio óptico.
Estudiar esta zona del globo ocular es importante para diagnosticar y tratar a tiempo afecciones como hemorragias o degeneraciones.
El estudio regular del segmento posterior del ojo permite evitar lesiones que afectan al funcionamiento de la retina, como la retinopatía diabética.
En Área Oftalmológica Avanzada explicamos a fondo qué es el polo posterior del ojo y las partes que lo componen.
¿Qué partes forman el polo posterior del ojo?
En el segmento posterior del ojo se encuentran estructuras indispensables para la visión central y periférica.
Las partes del polo posterior son:
La retina
Es el tejido sensible a la luz sobre el cual se enfocan las imágenes que pasan a través del cristalino. La retina convierte las imágenes en impulsos nerviosos.
El nervio óptico
Es una estructura formada por más de un millón de fibras que se encargan de transportar los impulsos nerviosos de la retina hasta el cerebro para la creación de las imágenes.
La mácula
La identificamos como una pequeña mancha de color amarillo que se encuentra en la retina y que es la responsable de la visión central. La mácula es la estructura con mayor densidad de células bastones y consecuentemente es la responsable de la percepción de los detalles, movimientos y el reconocimiento facial de las personas.
Humor vítreo
Es un gel que se encuentra en la cavidad interna del ojo y cuya función es mantener la forma del ojo y conseguir que la superficie de la retina sea uniforme para que se logre la correcta recepción de las imágenes.
Evaluación del segmento posterior ocular, ¿cómo se hace?
El segmento posterior ocular se estudia a través de una oftalmoscopia. Este instrumento de exploración permite al oftalmólogo estudiar, a través de estructuras transparentes como la pupila y la córnea, las estructuras posteriores como la retina, la mácula y el nervio óptico.
La oftalmoscopia se lleva a cabo mediante un oftalmoscopio, que es una especie de linterna amplificadora que proyecta un haz de luz dentro del ojo.
Gracias a este instrumento, el oftalmólogo puede ver imágenes del segmento posterior con aumento y así precisar detalles difíciles de ver como los vasos sanguíneos.
Patologías más comunes del segmento posterior del ojo
A través de una oftalmoscopia se puede estudiar el segmento posterior del ojo para prevenir, diagnosticar y tratar correctamente distintas afecciones.
Las patologías más resaltantes del segmento posterior ocular son:
Retinopatía diabética
Se trata de una condición que afecta a las personas con diabetes y causa el deterioro de los vasos sanguíneos de la reina. La retinopatía diabética causa la pérdida total de la visión de forma progresiva.
Degeneración macular asociada a la edad
Se trata de un trastorno que va disminuyendo de forma progresiva la visión central y la agudeza visual. La DMAE es causada por el daño a los vasos sanguíneos que irrigan la mácula y van generando esta mancha poco a poco con el paso de los años.
Glaucoma
Es el resultado de un conjunto de afecciones que dan como resultado un aumento de la presión intraocular y afecta, de forma progresiva, al nervio óptico. El glaucoma debe ser tratado con el objetivo de impedir la pérdida de visión total en el paciente.
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