En los casos de glaucoma es frecuente que también se presente conjuntamente el síndrome del ojo seco. Cuando esto ocurre, el paciente puede tener molestias que dificultan sus tareas cotidianas, siendo necesario aplicar un tratamiento específico para desarrollar una vida normal.
En Área Oftalmológica Avanzada te explicamos en qué relación existe entre el glaucoma y ojo seco, y con qué opciones contamos en oftalmología para aliviar sus síntomas.

¿Qué relación hay entre glaucoma y ojo seco?
El glaucoma y el ojo seco suelen presentarse juntos o de forma consecutiva. La principal causa de esta doble afección está asociada a las molestias provocadas por el tratamiento con gotas del glaucoma. Paralelamente a medida que avanzan los años es más común padecer el síndrome de ojo seco con la edad.
De hecho, este problema afecta a un 75% de las personas mayores de 65 años aproximadamente, haciendo que los ojos no se lubrifiquen correctamente, sea por falta de lágrima o por la mala calidad de las mismas.
El glaucoma se suele diagnosticar a pacientes con más de 60 años. En este problema influye, sobre todo, la carga hereditaria. Es muy importante empezar a realizarse pruebas oculares diagnósticas a partir de los 40 años para comprobar si se padece esta afección, ya que una detección temprana ayuda a disminuir los daños que provoca esta enfermedad.
Aproximadamente, entre el 40% y el 50% de los pacientes con glaucoma también tienen ojo seco. Además, las mujeres tienen mayor tendencia a sufrir estos dos síndromes que los hombres.
El tratamiento del ojo seco es fundamental para mejorar la calidad de vida del paciente en su día a día, así como la salud de la superficie del ojo a largo plazo. Además, el glaucoma puede derivar en una pérdida total de la visión, por lo que el glaucoma se trata en primer lugar, aunque el ojo seco sea más molesto.
Causas
Junto al tratamiento del glaucoma, hay otras causas que provocan el síndrome del ojo seco:
- Tratamiento del glaucoma con gotas oftálmicas durante un largo periodo de tiempo.
- Inflamación de los párpados.
- Actividades en las que el parpadeo disminuye, como pasar muchas horas frente al ordenador.
- Cirugía ocular previa.
- Infecciones oculares anteriores.
- Viento, baja humedad o sistemas de aire acondicionado o calefacción.
- Medicamentos como antidepresivos o antihistamínicos.
- Enfermedades como el síndrome de Sjogren o la artritis reumatoide.
Síntomas
El síndrome del ojo seco puede provocar los siguientes síntomas:
- Ardor.
- Irritación.
- Sequedad.
- Sensación de cuerpo extraño.
- Aumento del lagrimeo.
- Dificultad en la visión, que mejora tras parpadear varias veces.
- Sensación de arenilla en el ojo.
No obstante, estos síntomas no suelen ser muy graves, ya que tienden a aparecer y desaparecer. Lo habitual es que aumenten durante el día, y se hagan más intensos durante la tarde y la noche.

Tratamiento del ojo seco y glaucoma
Es habitual utilizar una combinación de tratamientos, siendo el oftalmólogo el profesional que debe decidir cuáles aplicar al paciente según sus necesidades y estado particular del mismo.
Entre los tratamientos del ojo seco se encuentran los siguientes:
- Lágrimas artificiales, normalmente a través de gofas oftálmicas, aunque también pueden ser un ungüentos o geles.
- Medicamentos para tratar la inflamación de párpados, como la doxiciclina.
- Tapones lagrimales para bloquear el drenaje mediante los conductos lagrimales y conservar las lágrimas.
- Limpieza de párpados y aplicación de compresas tibias para bajar la inflamación.
- Contención de la inflamación mediante la ciclosporina y gotas oftálmicas. Hay médicos que prescriben esteroides leves con este mismo fin. Sin embargo, si el paciente tiene glaucoma, sufre riesgo de aumentar su presión ocular por el tratamiento con esteroides, por lo que hay que realizar controles.
- Medidas para disminuir la evaporación de las lágrimas, como humidificadores, descansar durante la lectura y evitar que el aire dé en los ojos de manera directa.
Es posible modificar el tratamiento del glaucoma si el paciente tiene ojos secos. Por ejemplo, cambiándole la medicación por otra libre de conservantes. También existen otras posibilidades:
- Combinar distintas gofas oftálmicas sin conservantes para reducir los tóxicos infundidos en la superficie del ojo.
- Tratamiento con láser Thermaeye Plus para complementar el uso de gotas.
Tanto el glaucoma como el ojo seco son crónicos, por lo que es fundamental el tratamiento de los dos síndromes. Este, suele incluir la aplicación de gotas oftálmicas, por lo que al paciente le puede costar cumplirlo a rajatabla.
Mantener el buen estado de la superficie lagrimal es muy importante, ya que contribuye a la salud del ojo, hace que el paciente se sienta más cómodo y aumenta las probabilidades de éxito en algunas operaciones de glaucoma.
Ni el glaucoma ni el ojo seco se pueden curar, pero se pueden controlar adecuadamente gracias al trabajo del equipo médico y del esfuerzo diario del paciente.
En Área Oftalmológica Avanzada somos expertos en el tratamiento del glaucoma y el ojo seco. Si sospechas que padeces cualquiera de estas afecciones, ponte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte!

