«Volver al índice de glosario
anisocoria

La pupila es el orificio negro central de los ojos, que se dilata (midriasis) cuando hay poca luz y se contrae (miosis) con una mayor iluminación.

Uno de los problemas oculares asociados a ellas es la anisocoria, que se refiere a las pupilas de diferente tamaño.

En Área Oftalmológica Avanzada te explicamos todo lo que debes saber sobre la anisocoria, en las siguientes líneas.

¿Qué es la anisocoria?

Hasta una de cada cinco personas sanas presentan diferencias leves en el tamaño de las pupilas. Pero, en la mayor parte de los casos, la diferencia en el tamaño de la pupila respecto a la otra es de menos de 0.5 milímetros, lo cual se establece entre dentro de los parámetros de normalidad. La diferencia entre el tamaño de las puliplas entre ambos ojos puede llegar hasta de 1 milímetro.

La anisocoria se puede dar en bebés que nacen con pupilas de distinto tamaño, pero es posible que no tengan ningún trastorno subyacente.

En el caso de que un bebé tenga el tamaño de las pupilas distintas pero los otros miembros de la familia tengan pupilas similares, no se descarta que la causa sea de tipo genético. Si el problema ocular únicamente se limita a esta situación, la anisocoria no es motivo de preocupación a priori, aunque siempre se recomienda visitar a un oftalmólogo infantil.

Por causas que se desconocen, las pupilas pueden tener un tamaño distinto durante un tiempo. Pero si no hay otros síntomas y con el paso del tiempo vuelven a la normalidad, no hay razón para alarmarse.

En cambio, si las pupilas en un momento dado presentan una diferencia de más de 1 milímetro, y no vuelven a su tamaño normal, puede ser síntoma de una enfermedad de tipo ocular, vascular, cerebral o neurológico, por lo que hay que buscar la posible causa de la anisocoria.

Síntomas

Si la anisocoria no está asociada a ningún trastorno, tan solo se notará por el tamaño desigual que presentan las pupilas.

En caso de que haya alguna causa subyacente, puede presentar otros síntomas propios de la razón que la origina.

Hay que dar especial importancia en los siguientes casos:

Causas

Normalmente la anisocoria se debe a causas fisiológicas. Aproximadamente afecta a un 20% de las personas, y la diferencia entre el tamaño de las pupilas suele ser inferior a 0,5 milímetros. 

No obstante, hay trastornos que se asocian a la anisocoria, como una disfunción neurológica o una disfunción del iris. Pero, en estos casos, suelen presentarse con otros síntomas que resultan más molestos.

Diagnóstico

Es necesario examinar el tamaño de las pupilas y las respuestas fotomotoras utilizando la iluminación y la oscuridad. Para el diagnóstico de la anisocoria se estudia la acomodación y los movimientos extraoculares.

Para diagnosticar la anisocoria hay que inspeccionar las estructuras oculares, usando una lámpara de hendidura u otra amplificación para detectar alteraciones estructurales y ptosis. También se evalúan otros síntomas a través de un examen ocular completo, si está indicado clínicamente.

Para saber si el paciente presentaba anisocoria en el pasado, es tan sencillo como examinar una fotografía antigua (siempre que se pueda, con amplificación).

Tratamiento de la anisocoria

La anisocoria no necesita tratamiento, a menos que haya trastornos subyacentes que la provoquen. Es fundamental buscar esas posibles causas para poder tratarlas tan pronto como sea posible.

En Área Oftalmológica Avanzada podemos ayudarte, identificando dichas causas que provocarían la anisocoria no fisiológica, e indicarte el tratamiento apropiado e incluso realizar la cirugía correspondiente en su caso si éste es un problema ocular. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Resumen
Anisocoria
Nombre del artículo
Anisocoria
Descripción
La anisocoria hace referencia a la presencia de pupilas de distintos tamaños. Te contamos por qué ocurre y si requiere tratamiento.
Autor
Nombre del editor
Área Oftalmológica Avanzada
Logotipo del editor
«Volver al índice de glosario