La vuelta del verano es la época del año con el índice más elevado de alteraciones oculares y descompensación de los que ya padecen alguna enfermedad. Una visita al oftalmólogo puede evitar muchos disgustos.

El verano y la vista

Después del verano volvemos a la rutina, a la normalidad. El verano es un periodo en el que nos relajamos, es lo que toca, descansar y como solemos decir, “desconectar”. Esto es bueno pero sólo durante un cierto tiempo y sabiendo que después hay que hacer una revisión para ver cómo estamos y empezar bien “el curso”.

Los oftalmólogos sabemos que después del verano es la época del año con mayor índice de patología ocular y por eso hemos pensado que era bueno hacer una revisión práctica de estos problemas. Para que sea más fácil su comprensión, los dividiremos según la edad de la población, los que afectan a los jóvenes, hasta los 25 años, adultos entre 25 y 45 años y los de más edad, los que ya superaron los 45 años.

Problemas de la vista en verano en jóvenes

Los problemas del sol en los ojos en verano se dejan sentir principalmente en los más jóvenes. Hasta los 25 años, suele ocurrir que en la mayoría de casos hay una mayor laxitud en la utilización de las gafas, la práctica de más deporte y sobre todo la playa y las piscinas, hacen incómodas las gafas y en muchos casos no se utilizan correctamente. Esta circunstancia no es relevante durante el verano pero con la vuelta a los estudios, al volver a forzar la vista, entonces sí puede ser un problema, aparecen cefaleas y visión inestable. Hay que insistir en la necesidad de volver a utilizarlas correctamente.

El problema de las gafas se puede ver incrementando debido a que en esta época estival es frecuente que cambie la graduación. Coincidiendo con cambios físicos “el tirón”, nos encontramos con que al hacer la revisión, muchas veces porque las gafas, monturas o cristales, no aguantaron el verano, la graduación ha cambiado y hay ajustarla para conseguir una correcta visión.

A jóvenes y también en adultos, nos solemos encontrar con problemas relacionados con el uso de lente de contacto, nos relajamos en los cuidados y suelen aparecer irritaciones y mayor deterioro de las lentes de contacto, haciendo necesario una consulta con nuestro contactólogo.

Riegos oculares en verano en adultos

En los adultos con edades entre 25 y 45 años nos encontramos consultas por irritación de ojos, generalmente secundarias a un exceso de sol, de radiaciones ultravioleta, que requieren tratamiento puntual para evitar que esta irritación no se cronifique o desencadene el inicio de otros problemas como el ojo seco. Precisamente en aquellos pacientes que sufren de ojo seco, nos encontramos con que al salir de las ciudades y con el descanso, mejoran los síntomas y se relajan en la administración de lágrimas artificiales, de manera que cuando terminan las vacaciones no se acuerdan de volver a utilizarlas correctamente y reaparecen las molestias, descompensando la superficie ocular y haciendo necesaria la consulta al oftalmólogo.

En los adultos, especialmente en los que estarían entre los 40 y los 45 años, suelen aparecer los primeros signos de la presbicia, la vista cansada. Son frecuentes las consultas tipo : ” doctor, yo antes veía de cerca y ahora, al volver al trabajo, noto mucha dificultad para hacer lo que hacía antes del verano”. La explicación es que ya se iniciaba la presbicia y, durante el verano, la relajación de la acomodación al no tener la misma carga de trabajo, ha dado pie a que se manifieste esta presbicia que todos sufriremos en algún momento de la nuestra vida. En estos casos es necesario explorar las funciones visuales y ver si hay algún tratamiento que pueda frenar su progresión. Las terapias visuales con ejercicios específicos y gotas pueden ser una buena solución y en los casos en que ya está establecida, se pueden plantear tratamientos de láser, lentes intraoculares o los nuevos implantes esclerales Refocus.

La vista en verano en gente mayor

Para los que ya son más mayores, superan los 45 años, el principal problema que nos encontramos es la falta del correcto cumplimiento en la administración de los fármacos que utilizan. Durante el verano nos relajamos a la hora de ponernos las gotas o tomar la medicación que nos recomendaron y el resultado es la descompensación de las enfermedades que padecemos. Vemos con mucha frecuencia como en la revisión de Septiembre hay cambios en la presión intraocular, mayor sequedad de la superficie ocular, irritación de párpados y empeoramiento de las cataratas.

Como vemos, el índice de problemas oculares tras las vacaciones es muy elevado y en algunos caso puede tener consecuencias graves, por eso recomendamos hacer una visita al oftalmólogo para ver cómo estamos de salud visual, graduar nuevamente y ver si hay algún tipo de acción para normalizar aquellos procesos que suelen aparecer en la época estival. Una visita a tiempo es la mejor prevención.

vuelta del verano y los ojos

Recomendaciones para la vista a la vuelta del verano

    • Revisar la graduación y el estado de las gafas.
    • Revisar horarios y cuidados de las lentes de contacto.
    • No banalizar una irritación ocular aparecida durante el verano.
    • Volver a establecer un calendario para las gotas.
    • Revisar la presión de los ojos en los casos de Glaucoma.
  • Acudir al oftalmólogo si hay una pérdida de visión.
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Explicamos la vuelta del verano y la vista. Cómo afecta la exposición al sol a nuestros ojos, especialmente si padecemos alguna patología ocular.
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