Una dieta equilibrada en Omega 3 y Omega 6, Zinc, Selenio, Magnesio y vitaminas pueden prevenir patologías como el Ojo Seco, las Cataratas, el Glaucoma o la degeneración macular.
Nutrición y salud ocular
Cada vez hay más evidencias sobre el papel de la nutrición en el origen de diversas enfermedades oculares. No dejan de aparecer trabajos científicos que señalan el déficit de ciertos componentes nutricionales como los ácidos grasos omega 3, vitamina D o el Zinc y el Selenio. De la misma forma, los excesos de ácidos grasos omega 6 a partir de las grasas saturadas, estarían en la génesis y evolución de enfermedades oculares como la Degeneración Macular Asociada con la Edad, el Glaucoma o las Cataratas.
Los estudios de población demuestran que los hábitos alimenticios del mundo occidental, entre los cuales se encuentra España, han ido derivando hacia una dieta incorrecta que se suma a falta de ejercicio físico y a un exceso de estrés.
Malos hábitos y salud ocular
La principal consecuencia es el incremento de factores tóxicos, como los radicales libres, que dañan todos los tejidos del organismo, especialmente los más frágiles, como las articulaciones, el interior de los vasos sanguíneos o el cerebro. Esto explica porque en los países occidentales se ha disparado la incidencia de enfermedades como el reuma y la artrosis, cardiovasculares, hipertensión sanguínea, diabetes o neurodegenerativas como el Alzheimer.
Está demostrado que unos buenos hábitos nutricionales hace que gocemos de una mejor salud visual.
Nutrientes y los ojos
El desequilibrio entre los omega 3 y omega 6 debido a una dieta incorrecta, desencadena la activación de un proceso inflamatorio que tiene especial consecuencia en la retina, un órgano diana, muy sensible al incremento de citoquinas inflamatorias.
Este desequilibrio en las grasas que ingerimos está directamente relacionado con la aparición de la temida Degeneración Macular, primera causa de ceguera en la población occidental de más de 60 años.
Vitamina D
También sabemos que el desequilibrio de las grasas omega 3 y omega 6, puede acompañarse con trastornos en la reabsorción de la vitamina D, generalmente por alteraciones en la flora intestinal o irritaciones de la mucosa intestinal por intolerancias a los lácteos o el gluten. La falta de vitamina D se suele asociar a la falta de fijación del calcio en los huesos en las mujeres tras la menopausia pero, además sabemos que tiene otras consecuencias en los ojos. El déficit de vitamina D activa la cadena de la inflamación y la proliferación de vasos sanguíneos anómalos, ocasionando una evolución más rápida de las enfermedades retinianas o del glaucoma.
Vitamina A y E
La falta de vitamina A y E por déficits en la dieta o, lo más frecuente, alteraciones en la absorción intestinal, contribuye a incrementar la presencia de enfermedades retinianas, especialmente la Degeneración Macular.
Cada vez vemos más déficits de Zinc y Selenio y se relaciona con la presencia de alteraciones en el funcionalismo de las glándulas tiroideas y en la patología ocular, como la presencia de ojo seco o las cataratas.
Vitamina B y C
El déficit de vitamina B y C y de Magnesio, produce la reducción de los niveles de Glutation, el antioxidante más potente que tiene el organismo para controlar el efecto nocivo de la oxidación tisular. Sabemos que el descenso del glutatión se debe a desequilibrios en la dieta alimenticia y los grupos de población con valores bajos de Glutation tienen una mayor incidencia de patología retiniana y muy especialmente de Glaucoma y de Cataratas.
En una población como la nuestra, el aporte de vitaminas y oligoelementos suele ser suficiente para que no hubiera enfermedades que se caracterizan por la carencia de estos elementos y lo que estamos viendo es que estás carencias se deben a problemas de absorción intestinal y en la mayoría de casos es consecuencia de irritaciones de la mucosa intestinal y alteración en la flora bacteriana, generalmente debido a intolerancias a ciertos alimentos. Quizás lo más conocido es la intolerancia a los lácteos y al gluten pero hay muchos otros elementos que requieren ser investigados de una forma individual.
Cataratas y nutrición
Una de las patologías más frecuentes que afecta a los ojos son las cataratas. Sabemos que se relaciona con la edad, se trata del envejecimiento del cristalino, pierde su trasparencia, se opacifica y vemos borroso, hasta que tenemos que operarnos y sustituirlo por una lente artificial. Los estudios sobre la pérdida de trasparencia del cristalino se relacionan directamente con la oxidación de sus tejidos, por la acción directa de los rayos ultravioleta del sol y por niveles bajos de glutatión. Hay estudios que demuestran que se puede retrasar la aparición de las cataratas e incluso frenar su evolución si conseguimos frenar la oxidación del cristalino incrementando los niveles de vitamina C y Glutation, además de proteger los ojos con gafas con filtros ultravioleta.
Con este artículo queremos concienciar a la población de que es posible prevenir y controlar ciertas enfermedades oculares como el ojo seco, las cataratas o el glaucoma y las degeneraciones maculares, combinando los tratamientos “clásicos” con aspectos nutricionales y para ello es preciso la combinación del oftalmólogo con el nutricionista experto en patología ocular.
En Area Oftalmológica Avanzada sabemos la importancia de esta combinación y hemos incorporado expertos en nutrición que nos permiten ayudar a cada vez más pacientes.

