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test de lancaster

El Test de Lancaster es un procedimiento de diagnóstico que utilizan los oftalmólogos para identificar qué músculos de la estructura ocular están debilitados o paralizados.

La realización de esta prueba permite diagnosticar el estrabismo, parálisis ocular, lesiones nerviosas y las causas de una diplopía o visión doble.

El Test de Hess Lancaster es un procedimiento muy sencillo y no supone ningún riesgo para el paciente.

En Área Oftalmológica Avanzada explicamos a continuación en qué consiste el Test de Lancaster y para qué sirve.

¿Qué es el Test de Lancaster?

El Test de Lancaster es una prueba que se realiza en oftalmología para estudiar el estado de motricidad del ojo con respecto al otro en distintas posiciones de la mirada.

Esta prueba permite examinar desviaciones, en pacientes con diplopía, por causa de estrabismo, parálisis o lesiones nerviosas.

La movilidad del ojo es posible gracias a los seis músculos que conforman la estructura ocular. A través del Test de Hess Lancaster, el médico oftalmólogo puede conocer cuál de estos músculos está afectado y en qué grado.

El Test de Lancaster evalúa las respuestas motoras del ojo que no está fijando correctamente por la causa que presente el paciente, por eso este test es indispensable para determinar el origen de una visión doble.

¿Cómo se realiza?

El Test de Lancaster es un procedimiento totalmente indoloro que no supone ningún riesgo para el paciente.

El examen se realiza en la consulta del oftalmólogo, no requiere preparación previa ni dilatación de la pupila y tiene una duración estimada de 10 minutos.

Para realizar el examen, el paciente debe sentarse en una silla con la espalda recta, los ojos deberán estar a la misma altura que el centro de la pantalla y tendrá que colocarse unas gafas con un cristal verde en un ojo y rojo en el otro.

El paciente, ubicado a un metro de distancia de la pantalla de Hess, deberá posicionar la luz de la linterna que tiene en la mano sobre la luz de la linterna que proyecta el examinador. Es decir, deberá indicarle al médico, mediante la linterna, dónde ve en la pantalla, la luz que proyecta el especialista.

Durante la realización del Test de Lancaster, el oftalmólogo pedirá al paciente que fije la mirada en distintas posiciones de la pantalla de Hess-Lancaster para examinar la movilidad de los músculos y las desviaciones presentes.

Es importante que el oftalmólogo vigile que el paciente mueve únicamente los ojos y no la cabeza, ya que de lo contrario pueden salir errores en la prueba.

Cuando un paciente presenta desviaciones muy importantes, proyecta la luz de su linterna lejos de la que proyecta el examinador, incluso llegando a proyectarse fuera de la pantalla de Hess.

¿En qué casos se recomienda hacer el test de Hess-Lancaster?

El Test de Hess-Lancaster se indica siempre que el paciente presente una diplopía sin causa aparente.

También es necesario realizar esta prueba para estudiar estrabismos, lesiones nerviosas, parálisis oculares y problemas de la vista por causa de hipertiroidismo.

¿Tienes alguna duda sobre el el test de Hess-Lancaster? En Área Oftalmológica Avanzada tenemos al mejor equipos de oftalmólogos de Barcelona dispuestos a resolver todas tus interrogantes. ¡Estaremos encantados de atenderte!

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El test de Lancaster es una prueba que permite estudiar el estado de motricidad de los ojos. Te contamos cuándo y cómo se realiza.
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