Conjuntivitis vírica
Los virus son agentes infecciosos que pueden provocar diversas enfermedades y que pueden multiplicarse en las células de otros organismos. Algunos tipos de virus pueden causar conjuntivitis, una enfermedad de los ojos muy frecuente y altamente contagiosa.
La conjuntivitis vírica puede afectar a cualquier persona, pero es más común en los niños. Esta condición tiene sus picos en los meses de invierno y otoño, cuando aumenta la incidencia del virus de la gripe.
Conjuntivitis vírica
Los virus son agentes infecciosos que pueden provocar diversas enfermedades y que pueden multiplicarse en las células de otros organismos. Algunos tipos de virus pueden causar conjuntivitis, una enfermedad de los ojos muy frecuente y altamente contagiosa.
La conjuntivitis vírica puede afectar a cualquier persona, pero es más común en los niños. Esta condición tiene sus picos en los meses de invierno y otoño, cuando aumenta la incidencia del virus de la gripe.
¿Qué es la conjuntivitis vírica?
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, la membrana delgada y transparente que cubre la parte blanca del ojo y la zona interna de los párpados. La conjuntivitis vírica es un tipo de conjuntivitis que se caracteriza porque la inflamación de la conjuntiva está causada por un virus.
La conjuntivitis vírica puede afectar uno o ambos ojos a la vez. Esta enfermedad es altamente contagiosa y suele propagarse a través de las gotas que provienen de los estornudos o la tos de una persona infectada.
En la mayoría de los casos la conjuntivitis vírica es una infección leve y de corta duración. La enfermedad es más frecuente durante los meses de otoño e invierno, temporadas en las que baja la temperatura y aumenta la concentración de moho, humedad y gripe estacional.
La conjuntivitis vírica casi siempre es aguda y, a diferencia de los otros tipos, la vírica suele curarse por sí sola con el paso de los días sin presentar complicaciones.
Tipos de conjuntivitis vírica
Los virus no son exclusivos de las temporadas de otoño e invierno. Si bien es cierto que los brotes virales son más frecuentes cuando baja la temperatura, el ser humano puede estar expuesto a estos microorganismos durante todo el año.
Existen muchos tipos de virus que pueden provocar conjuntivitis vírica, conozcamos los más comunes:
Epidémica (serotipos 8 y 19)
Estos virus epidémicos pueden tardar en incubar entre 4 y 10 días. Este tipo de conjuntivitis vírica suele afectar a ambos ojos y causa dolor agudo en toda la estructura ocular. En los casos más graves se puede observar la presencia de membranas en los ojos.

Epidémica (serotipos 3,5 y 7)
Esta conjuntivitis vírica es más frecuente en niños y adultos jóvenes. Entre sus síntomas resaltan la fiebre y el dolor de garganta. Esta infección no es tan grave como la que provocan los serotipos 8 y 19. Por esta razón, no se asocia a la aparición de membranas oculares ni a lesiones corneales.
Adenovírica
Esta afección está causada por los adenovirus, la familia de virus que más provoca conjuntivitis vírica. Este tipo de infección es altamente contagiosa durante dos semanas. Al principio, los síntomas pueden ser leves y empeoran a medida que van pasando los días. Pacientes con esta conjuntivitis pueden tener dolor de garganta, fiebre y queratoconjuntivitis.
Causas
Entre los virus más comunes que provocan la conjuntivitis descatan los adenovirus. Estos pueden afectar a personas de todas las edades y suelen provocar infecciones respiratorias superiores.
El virus del herpes también puede provocar conjuntivitis. En este caso la condición se conoce como queratoconjuntivitis herpética y puede ser una enfermedad recurrente.
Síntomas de la conjuntivitis vírica
El síntoma más característico de todos los tipos de conjuntivitis es el ojo rojo. Esto ocurre porque, al inflamarse la conjuntiva, los vasos sanguíneos se dilatan y se hacen más visibles.
Otros síntomas de la conjuntivitis vírica son:
- Fotofobia o sensibilidad a la luz.
- Secreciones oculares constantes que pueden ser amarillentas o blanquecinas.
- Lagrimeo excesivo.
- Inflamación de los párpados.
- Dolor o irritación.
- Picor de ojos.
- Costras en las pestañas.
- Sensación de tener arenilla o algún cuerpo extraño dentro del ojo.
Además de estos síntomas, la conjuntivitis vírica puede estar acompañada de congestión nasal, estornudos, presión en los oídos y dolor de cabeza.
Cómo prevenir la conjuntivitis vírica
Las enfermedades virales son altamente contagiosas. Por esta razón, resulta muy importante conocer cuáles son las mejores medidas para prevenir la infección:
- No compartas tus gafas con otras personas.
- Guarda siempre tus gafas dentro de su estuche y recuerda desinfectarlas antes de usarlas.
- Si usas lentillas debes limpiarlas correctamente y guardarlas siempre en su estuche.
- Lava tus manos con frecuencia durante al menos 30 segundos.
- No te toques los ojos con las manos sucias.
- No prestes tu maquillaje y cosméticos. Tampoco uses los de otra persona.
- No compartas tus sábanas, toallas o almohadas.
- Mantén una buena higiene palpebral. Para ello puedes usar toallitas húmedas especiales para limpiar los párpados.
- Evita el contacto cercano con personas infectadas con conjuntivitis.
- Cubre tu nariz al estornudar y tu boca al toser.
- Utiliza gafas al nadar o hacer buceo.
Tratamiento de la conjuntivitis vírica
Cuando se presentan los primeros síntomas de conjuntivitis vírica, es importante acudir de inmediato al oftalmólogo. Durante la consulta, el especialista examinará a fondo la estructura ocular para determinar la causa de la enfermedad.
A diferencia de los otros tipos de conjuntivitis, la vírica suele curarse por sí sola con el paso de los días y sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, el médico puede recetar analgésicos de venta libre para combatir el malestar.
Las molestias de la conjuntivitis vírica pueden durar entre 5 y 15 días. La prolongación de los síntomas puede variar según el tipo de virus y el cuidado que el paciente haga de sus ojos.

Las molestias de la conjuntivitis vírica pueden durar entre 5 y 15 días. La prolongación de los síntomas puede variar según el tipo de virus y el cuidado que el paciente haga de sus ojos.
Durante la conjuntivitis es importante mantener los ojos limpios. Para ello recomendamos a nuestros pacientes limpiarse los ojos cinco veces al día con suero fisiológico. También resulta muy importante evitar el uso de lentillas y no dejar que se acumulen secreciones en la estructura ocular.
En ocasiones, la conjuntivitis vírica puede convertirse en una enfermedad recurrente. Esto puede ocurrir cuando la afección está causada por el virus del herpes. En este caso, el tratamiento de la conjuntivitis vírica suele ser diferente.

