Duración de la conjuntivitis vírica
La conjuntivitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que cubre el globo ocular. La conjuntivitis vírica es un tipo de conjuntivitis que está causada por un virus que afecta la estructura ocular y puede causar síntomas de gripe, fiebre y secreciones oculares.
La conjuntivitis vírica es altamente contagiosa. Esta afección se puede transmitir de una persona a otra a través de las gotículas que se expulsan durante un ataque de tos o un estornudo.
Duración de la conjuntivitis vírica
La conjuntivitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que cubre el globo ocular. La conjuntivitis vírica es un tipo de conjuntivitis que está causada por un virus que afecta la estructura ocular y puede causar síntomas de gripe, fiebre y secreciones oculares.
La conjuntivitis vírica es altamente contagiosa. Esta afección se puede transmitir de una persona a otra a través de las gotículas que se expulsan durante un ataque de tos o un estornudo.
¿Cuánto dura la conjuntivitis vírica?
La conjuntivitis vírica es una enfermedad altamente contagiosa, hasta el punto que sus brotes pueden causar epidemias ya que su contagio puede darse fácilmente al entrar en contacto con las gotículas provenientes del estornudo o la tos de una persona infectada.
En la conjuntivitis vírica, los síntomas y la duración pueden variar según el virus que haya causado la enfermedad. Entre los distintos tipos de conjuntivitis vírica, la que está provocada por los serotipos 8 y 10 (conjuntivitis vírica epidémica) suele ser la más grave de todas.

La conjuntivitis adenovírica es la más común. Sin embargo, esta enfermedad puede afectar de forma distinta a cada persona, habiendo personas que únicamente presentan síntomas leves mientras hay otras donde la conjuntivitis vírica se complica llegando a experimentar fiebre y malestar propio de un resfriado común. Estos últimos casos suelen tener una recuperación más lenta.
Calcular exactamente cuánto dura la conjuntivitis vírica es imposible. Hay que tener en cuenta que cada organismo reacciona de forma distinta y se defiende de forma diferente.
La duración de la conjuntivitis depende en gran parte de los cuidados que haya practicado cada paciente y de cuan rigurosa ha sido la limpieza ocular.
Es importante tratar la conjuntivitis vírica desde su fase inicial. Por este motivo siempre recalcamos a nuestros pacientes la importancia de asistir al oftalmólogo en el momento en que se presentan los primeros síntomas oculares.
En la mayoría de los casos la conjuntivitis vírica empeora una semana después de que aparezcan los primeros síntomas. La duración promedio de esta enfermedad es de 15 días, pero hay pacientes que se han visto afectados incluso durante un mes. Si esto llegara a suceder es importante acudir de nuevo al oftalmólogo.
¿Cuánto tarda en curarse la conjuntivitis vírica?
Cuando una persona se contagia con conjuntivitis lo primero que quiere saber es cuándo se va a curar, normalmente motivado porque los síntomas de la enfermedad son muy molestos y pueden impacientar a cualquiera.
A pesar de ser una enfermedad alarmante, la conjuntivitis vírica tiene muy buen pronóstico. Una vez que el paciente comienza a recibir el tratamiento los síntomas mejoran y la inflamación se cura en un periodo de 15 a 30 días.
No se puede predecir exactamente cuánto tiempo tarda en curarse la conjuntivitis. Esto depende del tratamiento, de cómo lo siga el paciente y de la gravedad de la enfermedad. Afortunadamente, la conjuntivitis vírica es una condición muy común y no suele causar secuelas en la estructura ocular.

Consejos y prevención
Estar cerca de una persona con conjuntivitis vírica puede tener un alto riesgo contagio. En ese caso lo ideal es poner en práctica las siguientes medidas para prevenir el contagio de conjuntivitis vírica:
- Lavarse las manos con frecuencia. El lavado de las manos debe hacerse con jabón antibacterial y debe tener una duración no inferior a 30 segundos.
- No tocarse la cara ni los ojos con las manos sucias.
- Usar desinfectantes para manos. Estos productos son de gran ayuda para eliminar bacterias cuando estamos en la calle.
- Lavarse las manos después de estar en contacto o cerca de la persona infectada.
- No prestar las gafas o lentillas.
- No usar ni prestar cosméticos o maquillaje.
- No prestar ni compartir almohadas, sábanas y toallas.
- No prestar los colirios y lágrimas artificiales.
- Limpia tus gafas y lentillas de forma frecuente siguiendo las instrucciones de tu oftalmólogo.

