Dicen que los ojos son el espejo del alma, pero más allá de eso, también son una gran fuente de información para poder evaluar y conocer tu estado físico y tu salud.
La dieta y los ojos
El motivo más frecuente que lleva a los pacientes a la consulta oftalmológica suele ser el Ojo Seco. Este síndrome se presenta en general en gente que tiene buena salud, pero además de las causas más comunes, estudios recientes han permitido encontrar una nueva causa: una mala dieta.
Omegas para los ojos
Los resultados han permitido concluir que las dietas bajas en omega 3 y en antioxidantes y aquellas ricas en omega 6, producen un estrés oxidativo que genera efectos inflamatorios sobre las glándulas lagrimales, las glándulas de Meibomio, la córnea y la conjuntiva, y que acaban por inducir la aparición del síndrome del Ojo Seco.
Principales alimentos con omega 3 o con Omega 6: pescado azul, marisco, frutos secos, aceites vegetales, semillas, lechuga, soja, espinacas, brócoli, coles, pepino, huevo…
Especialistas para los ojos
Aunque a menudo se trata de solucionar este problema con lágrimas artificiales y cremas lubricantes, que disminuyen las molestias de los pacientes, es necesario abordar el Ojo Seco desde un punto de vista global y completar el tratamiento con medidas que incidan también en la mejora de la nutrición.
Así, aunque el oftalmólogo es quien debe orientar la pauta de actuación y administrar el tratamiento local, es aconsejable contar con un endocrino o nutricionista para establecer una dieta correcta y evitar que el problema vuelva a aparecer y controlar los niveles de estrés oxidativo del paciente, así como los niveles de omega 3 y 6 en sangre. El estudio debe ser minucioso y preciso para establecer qué es lo que más necesita el organismo de cada paciente.

