La Orbitopatía de Graves (OG) es un proceso asociado a la enfermedad de Graves-Basedow, que afecta a la glándula tiroidea y ocasiona la inflamación y la hinchazón en los tejidos oculares, provocando diversos síntomas, como exoftalmos (protrusión de los globos oculares), dolor ocular, visión doble y limitación de los movimientos oculares. Es un trastorno difícil de controlar y en la mayoría de casos requiere tratamiento con altas dosis de corticoides, con los efectos secundarios que conllevan.
Tratamiento para la orbitopatía de Graves
La buena noticia es que en la actualidad ya disponemos de un nuevo fármaco que ha mostrado resultados muy buenos, reduciendo el exoftalmos y los problemas asociados de visión doble y dolor y con efectos secundarios muy inferiores a los que aparecen con los corticoides, es el teprotumumab, un anticuerpo monoclonal humano que se une específicamente al receptor de la hormona estimulante de la tiroides (TSHR) en los fibroblastos orbitarios. Los fibroblastos orbitarios son células que se encuentran en la órbita ocular y que se ven afectados por la inflamación en la orbitopatía de Graves.
Se produce un aumento del volumen de los tejidos que rodean al globo ocular dentro de la orbita, “empujando” el ojo hacia afuera y provocando el aspecto de “ojos saltones”, exoftalmos, que caracteriza a este proceso.
El teprotumumab actúa bloqueando el receptor TSHR en los fibroblastos orbitarios, lo que reduce la inflamación y la hinchazón en los tejidos oculares, reduciendo los síntomas y especialmente el exoftalmos, en los pacientes con orbitopatía de Graves.
Resultados del tratamiento con Teprotumumab
En los ensayos clínicos, los pacientes que recibieron teprotumumab experimentaron una mejora significativa en los síntomas de la OG en comparación con los que recibieron un placebo. El teprotumumab se administra por vía intravenosa durante un período de 21 semanas. Los pacientes suelen recibir ocho infusiones de teprotumumab a lo largo de este período. En los ensayos clínicos, el teprotumumab fue generalmente bien tolerado y los efectos secundarios más comunes fueron náuseas, diarrea, dolor de cabeza y fatiga.
En resumen, el teprotumumab es un medicamento innovador que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la enfermedad de Graves con afectación orbitaría (orbitopatía de Graves). Este medicamento es una opción muy importante para los pacientes que sufren esta enfermedad autoinmunitaria y puede mejorar significativamente su calidad de vida.
