Los anti-VEGF son unos fármacos que provienen de la industria farmacéutica y funcionan para bloquear la proteína VEGF, Vascular Endothelial Grow Factor o Crecimiento de Endotelio Vascular, del organismo. Principalmente, los anti-VEGF se recetan a personas que padecen edema macular diabético.
El VEGF es una proteína que produce el organismo y que fomenta la producción de vasos sanguíneos. La aplicación de anti-VEGF se realiza para frenar la actividad de estas células, ya que un exceso de producción de vasos sanguíneos puede derivar en una producción anormal de los mismos y conducir a enfermedades de la retina comprometiendo la visión.
La administración de anti-VEGF ha arrojado excelentes resultados para el tratamiento de la retinopatía diabética y la DMAE húmeda.
En Área Oftalmológica Avanzada explicamos a continuación, qué son los medicamentos anti-VEGF y para qué sirven.
¿Qué es el tratamiento anti-VEGF?
Los medicamentos anti-VEGF actúan en el organismo bloqueando la producción de la proteína de crecimiento de endotelio vascular, que estimula la producción de vasos sanguíneos cuando el cuerpo lo requiere.
La proteína VEGF incrementa su presencia en el cuerpo cuando la persona sufre ciertas afecciones oculares asociadas a la aparición de nuevos vasos (neovasos).
A veces, las células pueden llegar a producir mucha proteína VEGF y, cuando esto ocurre, hay mayor riesgo de que se produzcan vasos sanguíneos anormales en la estructura ocular.
Los vasos sanguíneos anormales pueden deteriorar de forma considerable el ojo y la visión, llegando a causar ceguera.
¿Qué enfermedades trata el anti-VEGF?
El tratamiento con anti-VEGF se receta principalmente para el tratamiento de la DMAE húmeda y la retinopatía diabética. Ambas enfermedades son consideradas como causas importantes de la ceguera en el mundo.
- La DMAE es una enfermedad vascular que afecta a la mácula, la parte central de la retina encargada de la visión central y de la percepción de los detalles. La DMAE húmeda es la forma menos frecuente de degeneración macular, pero es la más agresiva y, por lo tanto, es necesario actuar rápido y con el tratamiento correcto para frenar la pérdida de la visión.
- La retinopatía diabética es una condición que ocurre por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina. Cuando los vasos sanguíneos están dañados, hay riesgo de que se presente fuga o derrame del fluido sanguíneo. La retinopatía diabética está causada por los altos niveles de glucemia en sangre.
¿Cómo se suministran los fármacos anti-VEGF?
El tratamiento con medicamentos anti-VEGF se realiza a través de inyecciones intravítreas, es decir, se colocan en el vítreo del ojo.
Las inyecciones deben ser aplicadas por un especialista médico y la cantidad o frecuencia de las mismas varían según el estado de salud de cada paciente y la enfermedad que padece.
Principales medicamentos anti-VEGF
En la industria farmacéutica existen diversos tipos de medicamentos anti-VEGF, pero los más conocidos son:
- Macugen (pegaptanib): fue el primer bloqueador de VEGF y se aprobó para tratar la DMAE húmeda. Macugen ofrece frenar el proceso degenerativo de la visión en un 65% de los casos. Es importante destacar que el medicamento ralentiza la pérdida de visión, pero no la recupera ni la mejora.
- Avastin (bevacizumab): está diseñado para el tratamiento del cáncer. Diversos estudios han demostrado que es tan eficaz y seguro para tratar la DMAE como los demás. Posiblemente sea la medicación más usada en la actualidad.
- Lucentis (ranibizumab): es un derivado del Avastin y fue diseñado para tratar la DMAE húmeda. El Lucentis es una excelente medicación para estabilizar la visión.
- Eylea (aflibercept): es una proteína de fusión contra la proliferación de VEGF y la PIGF (factor de crecimiento placentario). Ambos factores se encuentran aumentados en la DMAE neovascular.
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