El futuro llega a los tratamientos de enfermedades retinianas para ofrecer soluciones innovadores a patalogías que hasta ahora se pensaban intratables. La tecnología punta de los implantes Argus®II o Iris®II lo hace posible. Área Oftalmológica Avanzada te explica cómo funcionan.
Los implantes Argus®II o Iris®II se colocan dentro del ojo del paciente, sobre la retina. Consisten en un microchip y una microcámara, inspirada en la biología ocular. Los implantes tienen por objeto proporcionar estimulación eléctrica a la retina para inducir la percepción visual en personas ciegas. La microcámara, alojada en las gafas del paciente, captura las imágenes visuales que son transmitidas a la retina para llevar la información de la imagen al cerebro.
En un ojo sano los fotorreceptores (bastones y conos) de la retina convierten la luz en minúsculos impulsos electroquímicos que se envían a través del nervio óptico al cerebro, donde se descodifican en imágenes. Si los fotorreceptores dejan de funcionar correctamente, debido a enfermedades como la retinosis pigmentaria (RP), el primer paso de este proceso se interrumpe y el sistema visual no puede transformar la luz en imágenes.
Estos dispositivos están en fase experimental en diferentes centros europeos e internacionales, colocándose en pacientes afectados de retinitis pigmentaria, distrofias de conos-bastones y coroideremia. Sin embargo, hay otras enfermedades de la retina muy frecuentes que aún no son candidatas a estos implantes, como la retinopatía diabética y la miopía degenerativa, así como tampoco son efectivas para enfermedades no retinianas como el glaucoma o las cataratas.
Los implantes Argus®II o Iris®II están revolucionando el panorama actual de la oftalmología. Se trata de una solución muy esperanzadora para el futuro para aquellos pacientes que, hasta el momento, no habían encontrado otros tratamientos posibles.

