Leucoma corneal
El leucoma corneal es una afección que se produce cuando determinados factores -véanse las cicatrices– provocan la opacificación de la córnea causando una importante disminución de la agudeza visual.
El leucoma corneal es muy similar a las cataratas, pues la pérdida de transparencia de un tejido es la causante de que la visión se torne más borrosa. Sin embargo, a diferencia de la catarata, cuando la córnea se opacifica, no existe ningún tratamiento que sea capaz de recuperar su transparencia.
Leucoma corneal
El leucoma corneal es una afección que se produce cuando determinados factores -véanse las cicatrices– provocan la opacificación de la córnea causando una importante disminución de la agudeza visual.
El leucoma corneal es muy similar a las cataratas, pues la pérdida de transparencia de un tejido es la causante de que la visión se torne más borrosa. Sin embargo, a diferencia de la catarata, cuando la córnea se opacifica, no existe ningún tratamiento que sea capaz de recuperar su transparencia.
¿Qué es el leucoma corneal?
La córnea es un tejido transparente que protege el iris, el cristalino y permite la entrada de luz desde el exterior al interior del ojo. Así pues, el leucoma corneal es un trastorno que causa la opacificación de la córnea provocando que la agudeza visual disminuya de forma considerable.
Dependiendo del grado de opacificación que produzca el leucoma corneal, la vista puede verse afectada en menor o mayor medida. Cuando el leucoma corneal es leve, puede que la persona presente cierta disminución de la agudeza visual, pero, a medida que la córnea va perdiendo transparencia, puede producirse una pérdida considerable, hasta llegar al punto de que la persona afectada solo perciba destellos de luz y bultos.
El leucoma corneal suele compararse con las cataratas, pues en el caso de éstas también hay una pérdida de transparencia, aunque en lugar de producirse en la córnea se produce en el cristalino. Sin embargo, a diferencia de las cataratas, el leucoma corneal no se corrige mediante la implantación de lentes intraoculares.
Causas que lo provocan
El leucoma corneal puede estar causada por distintos factores, siendo los más comunes: los traumatismos, las heridas, las cicatrices, las infecciones, las úlceras corneales y las quemaduras. Todos ellos provocan la formación de tejido opaco que dificulta la visión.
En la mayoría de los casos, el leucoma corneal es producto de una cicatriz en la córnea.
Otros agentes asociados al leucoma corneal pueden ser:
- Glaucoma.
- Queratitis.
- Bacterias no infecciosas en ojos sensibles.
- Inflamaciones oculares.
- Tracoma.
- Enfermedades metabólicas hereditarias.
- Queratocono.
- Ojo seco severo.
- Deficiencia de vitamina A.
- Síndrome de Sjogren.
Tratamiento del leucoma corneal
El leucoma corneal es irreversible. Esto quiere decir que no puede ser tratado a través de lentes especiales o medicamentos, pues el único tratamiento existente para una córnea opaca es el trasplante de córnea, es decir, sustituir el tejido opaco por uno nuevo y transparente.
Afortunadamente, la ciencia ha avanzado tanto que hoy en día el trasplante de córnea es una cirugía muy habitual en oftalmología y se realiza bajo los efectos de anestesia local.
El proceso consiste en sustituir el tejido opaco por uno nuevo proveniente de un donante, y que cumpla con las condiciones necesarias para realizar la cirugía.
¿Cómo es el trasplante de córnea?
La cirugía de trasplante de córnea es un procedimiento sencillo y ambulatorio. Existen varios métodos para realizar el trasplante corneal, aunque el más utilizado en la actualidad es la queratoplastia penetrante.
La queratoplastia penetrante se desarrolla en dos fases. En la primera, el especialista extrae la parte de la córnea opacificada del paciente y, posteriormente, sutura el tejido nuevo o donado.
Otra opción quirúrgica para realizar un trasplante de córnea es la queratoplastia lamelar, que comprende las técnicas DMEK y DSAEK. Bajo este procedimiento no es necesario reemplazar todas las capas de la córnea, sino que podemos elegir cuáles se van a trasplantar. Esta técnica ofrece una mejor recuperación y resulta menos compleja.
No podemos afirmar que un procedimiento es mejor que el otro, ya que la técnica a utilizar dependerá del especialista médico y del estado de salud ocular del paciente. Sin embargo, sí podemos afirmar que, actualmente, el trasplante de córnea es mucho más habitual que en el pasado y los resultados son realmente exitosos, tanto para el tratamiento del leucoma corneal como para otras enfermedades de la córnea.
¿Puede haber complicaciones tras un trasplante de córnea?
La cirugía para trasplantar la córnea tiene los mismos riesgos que cualquier procedimiento quirúrgico. Es interesante destacar que la córnea no tiene vasos sanguíneos, por lo que el rechazo al trasplante es muy pequeño. En la actualidad sabemos que menos de un 10% de pacientes trasplantados produce rechazo al tejido donado.
A día de hoy, es posible controlar el rechazo de tejido corneal a través de medicamentos y gotas oculares con esteroides. Otras secuelas que se pueden presentar son: hemorragias, inflamación, infección y, aunque menos frecuente, glaucoma.
