La primavera suele dar lugar a irritaciones oculares de origen alérgico y, aunque es una dolencia distinta a la del síndrome del Ojo Seco, ambas suelen estar relacionadas.

primavera ojo seco

Cuando comienza la primavera, uno de los mayores cambios perceptibles en el aire es la continua presencia de polen, especialmente, aquellos días con más viento. Durante los meses primaverales y, más aún en ciudades con una tasa de contaminación elevada, observamos un incremento en el número de pacientes que sufren irritación ocular. Aunque muchos de estos casos se solventan con una tratamiento contra reacciones alérgicas, también nos encontramos que esa irritación es el resultado de diversos factores que afectan a la superficie ocular, característicos de los pacientes con síndrome de Ojo Seco.

Polen y ojo seco

Así, los grandes cambios de temperatura acompañados por la presencia de polen, facilitan la sequedad del ojo, uno de los causantes del Ojo Seco. La mejor solución para evitar entrar en contacto con el polen y el aire es protegerse bien los ojos cuando estemos al aire libre. Si además nos encontramos en un ambiente con alta contaminación, el efecto nocivo del polen sobre nuestro lagrimal se verá potenciado, por lo que resultará más importante protegerse bien ante las condiciones adversas.

Consejos

Las gafas de sol o mantener-se alejado de los brotes de contaminación directa, una buena nutrición para combatir al ojo seco entre los que destaca la ingesta de rica en antioxidantes (frutas y verduras) y un correcto parpadeo ayudarán a combatir el Ojo Seco en primavera.

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La primavera el ojo seco altera
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La primavera suele dar lugar a irritaciones oculares y aunque es una dolencia distinta a la del síndrome del Ojo Seco, ambas suelen estar relacionadas.
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