La luz que vemos proviene solamente puede provenir de dos fuentes, del sol o de la luz artificial, como la que proviene de una bombilla. Por ello, hoy explicaremos los riesgos de la luz artificial en los ojos. La luz visible se encuentra entre los 400 y los 700nm y sólo es una parte de todo el espectro electromagnético.

riesgos de la luz artificial en los ojos

Daño de la luz artificial en los ojos

El daño más importante que puede producir la luz incidente sobre nuestros ojos se localiza en la retina. Los posibles daños que puede provocar la luz comprendida entre los 400nm y los 1400nm se pueden clasificar en tres tipos.

Daños estructurales: Causados principalmente por determinadas radiaciones de láser.

Daños térmicos: Causados por exposiciones breves (segundos o incluso menores) que producen incremento de la temperatura del tejido de 10º a 20ºC por encima de la temperatura ambiente.

Daños fotoquímicos: Causados principalmente por la radiación de longitud de onda más corta a niveles de intensidad demasiados pequeños como para causar daños térmicos. Se puede producir cuando existe un tiempo de exposición más largo y baja intensidad, haciendo que el aumento de temperatura sea despreciable. Es muy dependiente de la longitud de onda ya que se incrementa mucho en la zona azul del espectro.

Daños fotoquímicos en los ojos

Se ha visto que el daño fotoquímico puede ser el causante de algunas retinopatías asociadas a la exposición solar en entornos muy luminosos, como esquiar o navegar o pilotar aviones. Esto ya había sido descrito en diferentes estudios de hace años y por este motivo se recomienda prudencia y una adecuada protección en determinadas situaciones de mayor riesgo.

Lesiones oculares por la luz

Existen opiniones contradictorias sobre la relación entre la exposición a la luz visible de la longitud de onda corta y la radiación ultravioleta y las lesiones oculares en humanos.

Por un lado, las evidencias epidemiológicas en ocasiones no son suficientes o se consideran limitadas. Por otro lado, encontramos estudios realizados en laboratorio que documentan las lesiones inducidas por la radiación y que indican que no se puede dejar a un lado el potencial de la radiación ultravioleta y de la luz de longitud de onda corta. Es posible que esta diferencia de opiniones esté justificada por una gran variabilidad de condiciones que separan el estudio de laboratorio y la evidencia epidemiológica, con factores que influyen como las condiciones de exposición, el estilo de vida, la nutrición o los antecedentes genéticos.

Riesgos de la luz en la retina

Muchos experimentos de laboratorio realizados con animales, tienen como objetivo encontrar las causas de la degeneración macular asociada a la edad y diversos estudios han coincidido que la luz azul (que encontramos tanto en la luz natural como en la luz artificial) puede ser nociva para la retina.

Por otro lado, la luz azul también es fundamental en el proceso visual y en otros aspectos fisiológicos importantes como los ritmos circadianos. Todas las especies del planeta presentan un gran número de ciclos biológicos que se repiten aproximadamente cada 24 horas, conocidos como ritmos circadianos y mantienen una relación importante con el reloj interno del cerebro. Algunos ejemplos pueden ser la reposición de ADN en las células individuales o el ciclo del sueño/vigilia.

El primer estímulo que recibe el sistema circadiano humano y el de muchos otros mamíferos es el formado por la luz incidente en la retina. Parece ser que los principales fotoreceptores que se encuentran en el inicio de este circuito tienen su máximo de sensibilidad espectral en λ=460-480nm (azul/cian).

Efectos de la luz en los ojos durante la noche

Se ha visto en estudios que la exposición a la luz durante la noche, sin respetar un tiempo de oscuridad, sobre todo si la luz es rica en azules, suprime la secreción de melatonina. Esta hormona influye en aspectos fisiológicos como regular el ciclo de sueño/vigilia, y juega un papel significativo en el sistema inmunitario.

En el otro extremo de esta relación entre la luz azul y las diferentes funciones fisiológicas, podemos oír o leer propuestas de terapias y tratamientos basados en la exposición a luz azul para mejorar síntomas depresivos e incluso problemas de sueño.

En condiciones de poca iluminación (condiciones escotópicas) los bastones son los más sensibles a la luz y son los que principalmente utilizamos en la visión nocturna de los humanos. El hecho que este tipo de fotoreceptores son más sensibles a las longitudes de onda azul, y el hechos que el objetico que se persigue es poder ver en estas condiciones, nos ha llevado a la creencia que el alumbrado exterior debería de utilizar luces de alto contenido en azul.

A pesar de ello, todavía existe la incertidumbre en condiciones mesópicas de iluminación o en situaciones reales, ya que influyen muchos aspectos como el diámetro pupilar de cada persona, los cambios bruscos de iluminación o el tiempo de adaptación.

Conclusiones de los efectos de la luz azul en los ojos

Existe una relación directa y necesaria en los ritmos circadianos y en diferentes funciones fisiológicas, tanto de forma positiva como negativa si existe una sobreexposición

Ventajas de la luz azul

  1. Mejor sensibilidad de los bastones en condiciones escotópicas, por lo tanto, mejor visibilidad nocturna.
  2. Evidencias epidemiológicas controvertidas

Desventajas de la luz azul

  1. Necesario más tiempo de adaptación al cambiar de la visión fotópica a visión escotópica.
  2. Posible toxicidad sobre retina en estudios de laboratorio.
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