El 11 de octubre es el día mundial de la visión y no es coincidencia que se celebre justo después del día mundial de la salud mental (10 de octubre), por eso publicamos este artículo que tiene como finalidad relacionar el ámbito de la visión y las enfermedades mentales, una relación que sabemos, fruto de las últimas investigaciones, que es mucho más estrecha de lo que parecía hasta hace poco.

trastornos vision

Día mundial de la visión

Desde Área Oftalmológica Avanzada, queremos concienciar de la necesidad de realizar revisiones periódicas de la visión, especialmente cuando hay antecedentes familiares de enfermedades oculares graves. En artículos anteriores hemos recalcado que muchas patologías con pérdida irreversible de la visión, tienen una base genética que podemos conocer mediante análisis genéticos o poner de manifiesto en una revisión completa del aparato visual. Por ello recomendamos las revisiones a partir del tercer año de vida, cada 2 años en edades inferiores a los 40 años y cada año por encima de los 40 años.

Junto a esta recomendación, básicamente oftalmológica, queríamos poner de manifiesto el papel que juega la visión en trastornos de tipo “mental”. En artículos anteriores hemos visto como la visión puede verse alterada en trastornos mentales, incluso antes de que aparezcan otros signos y síntomas más evidentes.

En edad escolar, las alteraciones del aprendizaje como la dislexia, los trastornos atencionales o síndromes de inadaptación social, pueden manifestar una alteración en la visión dinámica, fácil de evidenciar por el oftalmólogo o el optómetra habituados a este tipo de exploraciones. La detección de estos problemas es clave para iniciar un diagnóstico que luego debe corroborar el psicólogo o el psiquiatra infantil, incluso podremos colaborar con estos especialistas en el tratamiento del proceso, mediante terapias con estímulos visuales encaminados a mejorar factores atencionales.

En edades adultas se ha referido la importancia de la visión en trastornos de demencias seniles y muy especialmente en el Alzheimer, tanto en el diagnóstico como en su evolución. El deterioro cognitivo de estos pacientes suele afectar a áreas relacionadas con la visión así, su estudio por parte de oftalmólogos y optómetras especializados, puede ayudar a localizar las regiones cerebrales afectadas y al mismo tiempo, mediante terapia específica, ayudar a su estimulación y retraso en la evolución de la enfermedad.

Con respecto al Alzheimer, lo más significativo en relación con la visión, es la evidencia de que el curso de la enfermedad, depende en gran medida de las condiciones visuales de los pacientes. Aquellos individuos que tienen una buena visión tienen menos problemas de orientación, mejores condiciones para realizar terapias cognitivas y les resulta más fácil establecer relaciones sociales con otras personas mientras que los afectos de alteraciones visuales o simplemente una mala visión, por algo tan sencillo como utilizar unas gafas antiguas con una graduación que ya no es la correcta, supone un hándicap muy importante para la evolución del Alzheimer, en estos casos la evolución de la enfermedad es mucho más rápida.

En el día mundial de la visión queremos insistir en esta necesidad de revisar la vista, tanto para tratar y prevenir los problemas oftalmológicos como en otras situaciones donde no es tan aparente la relación con la visión, como es el caso de los trastornos mentales. La visión es un elemento básico para relacionarnos con el mundo exterior, por ello es fundamental mantener el aparato visual en las mejores condiciones posibles y eso se consigue con las revisiones periódicas al oftalmólogo.