Síntomas del glaucoma
El Glaucoma es un conjunto de trastornos oculares que afectan el nervio óptico del ojo provocando un daño irreversible en la visión. La mayoría de veces éste daño está provocado por tener niveles elevados de presión intraocular (PIO), sin embargo, existen pacientes con glaucoma que no presentan alteración en la presión del ojo.
Los síntomas del glaucoma varían según el tipo de glaucoma, por lo general el glaucoma de ángulo abierto no suele manifestar signos en su fase inicial. En cambio, el glaucoma de ángulo cerrado, por ser mucho más agresivo, provoca síntomas desde el comienzo de la enfermedad.
Síntomas del glaucoma
El Glaucoma es un conjunto de trastornos oculares que afectan el nervio óptico del ojo provocando un daño irreversible en la visión. La mayoría de veces éste daño está provocado por tener niveles elevados de presión intraocular (PIO), sin embargo, existen pacientes con glaucoma que no presentan alteración en la presión del ojo.
Los síntomas del glaucoma varían según el tipo de glaucoma, por lo general el glaucoma de ángulo abierto no suele manifestar signos en su fase inicial. En cambio, el glaucoma de ángulo cerrado, por ser mucho más agresivo, provoca síntomas desde el comienzo de la enfermedad.
¿Qué es?
El término glaucoma lo utilizamos para referirnos al conjunto de afecciones oculares que dañan de forma progresiva el nervio óptico. Cuando un paciente tiene glaucoma presenta algún problema en el sistema de drenaje del humor acuoso que eleva los niveles de presión intraocular.
Los niveles elevados de presión intraocular o las constantes fluctuaciones de la misma dañan severamente el nervio óptico. Como consecuencia, el nervio deja de funcionar correctamente y deja de enviar información al cerebro dejando afectada la visión del paciente.
El glaucoma puede tener su origen en la obstrucción de los canales de drenaje, en la estrechez del ángulo iridocorneal y en otras afecciones sistémicas u oculares, como la uveítis o el síndrome pseudoexfoliativo. Recordemos que el ángulo iridocorneal el ángulo que forma la córnea y el iris.
Existen distintos tipos de glaucoma, pero el más común es el glaucoma de ángulo abierto. Esta afección se llama así porque los pacientes que la padecen tienen un ángulo iridocorneal amplio y abierto, como debe ser. En el glaucoma de ángulo cerrado el ángulo iridocorneal es muy estrecho pudiendo bloquear o dificultar la salida del humor acuoso hacia fuera del ojo.
El glaucoma de ángulo abierto es una enfermedad que avanza muy lentamente y dura toda la vida, mientras que el glaucoma de ángulo cerrado es menos frecuente, pero es más agresivo y se considera una emergencia médica que debe ser atendida inmediatamente.
Diagnóstico
El glaucoma puede diagnosticarse durante una revisión oftalmológica rutinaria. Con la ayuda de un tonómetro medimos la presión intraocular del ojo para saber si el paciente presenta niveles elevados de la misma. Existen muchos tipos de tonómetro, hoy en día el más utilizado libera un soplo de aire sobre la estructura ocular y calcula la PIO de forma inmediata, este tonómetro se llama tonómetro de aire.
Cuando los niveles de presión intraocular son elevados sospecharemos de que existe un fallo en el sistema de drenaje del ojo o que la producción de humor acuoso es excesiva. El valor normal de PIO debe ser inferior a 21 mmHg.
Al detectar una presión intraocular elevada el oftalmólogo debe realizar una serie de pruebas funcionales del nervio óptico y examinar toda la estructura ocular con detalle para determinar cuál es el el origen del glaucoma y qué tipo de glaucoma presenta el paciente. Algunas de las pruebas diagnósticas que realizamos para diagnosticar el glaucoma son:
- Campimetría.
- Oftalmoscopia
- Polarimetría de escaneo láser.
- Gonioscopia.
- Biomicroscopía para estudiar el ángulo iridocorneal.
- FDT.
- GDX.
Síntomas del glaucoma
El glaucoma es una enfermedad silenciosa, de hecho se le conoce como “el ladrón silencioso de la visión” o “la ceguera silenciosa”. Muy pocas veces el glaucoma manifiesta signos y síntomas en su fase inicial, por lo general, cuando el paciente sospecha que algo va mal es porque ya presenta algún fallo visual.
Glaucoma de ángulo abierto
El glaucoma de ángulo abierto es un glaucoma silencioso. De hecho, el 50% de los pacientes con esta enfermedad no saben que la tienen. En la fase inicial este tipo de glaucoma no manifiesta ningún síntoma. Solo cuando la enfermedad está en una fase avanzada el paciente puede notar puntos ciegos irregulares en su visión periférica y central así como visión de túnel en el campo visual.
Glaucoma de ángulo cerrado
El glaucoma de ángulo cerrado es el tipo de glaucoma menos frecuente, pero el más agresivo. La enfermedad avanza tan rápidamente que el paciente presenta síntomas inmediatamente. Esta condición es una emergencia médica que se puede reconocer a través de los siguientes signos:
- Dolor ocular.
- Dolor de cabeza muy fuerte.
- Halos de colores alrededor de las luces.
- Visión borrosa.
- Enrojecimiento de los ojos.
- Náuseas y vómitos.
Glaucoma de tensión normal
Los pacientes que tienen glaucoma de tensión normal presentan niveles regulares de presión intraocular. Sin embargo, tienen síntomas evidentes de glaucoma como daño funcional en el nervio óptico y puntos ciegos en el campo visual.
El glaucoma es una enfermedad que debe ser tratada para prevenir que el paciente sufra pérdida de visión permanente. El daño que el glaucoma causa al nervio óptico es irreversible, de hecho, la mayoría de pacientes que tienen esta enfermedad suelen perder la visión en un ojo aproximadamente 20 años después del diagnóstico.
Factores de riesgo del glaucoma
Existen factores de riesgo que hacen que una persona sea más propensa a desarrollar glaucoma, los más comunes son:
- Tener más de 60 años.
- Haber presentado niveles de presión intraocular altas durante una revisión oftalmológica.
- Ser afroamericano, asiático o hispano.
- Sufrir miopía alta o hipermetropía.
- Tener antecedentes familiares de glaucoma.
- Haber sufrido un traumatismo ocular.
- Haberse sometido a cirugía ocular.
- Sufrir algunas enfermedades como insuficiencia cardíaca, diabetes, hipertensión y anemia.
- Tener la córnea delgada en el centro.
- Usar gotas oftálmicas con esteroides durante un tiempo prolongado.
¿El glaucoma se puede prevenir?
El glaucoma es una enfermedad que no se puede evitar. Sin embargo, existen algunas acciones que podemos poner en práctica para disminuir el riesgo de desarrollar glaucoma, veamos:
- Asistir al oftalmólogo para examinar a fondo toda la estructura ocular permite diagnosticar el glaucoma a tiempo. Lo ideal es asistir al oftalmólogo cada 3 años si eres menor de 40 años, una vez al año si tienes 40 años o más.
- Si tienes antecedentes familiares de glaucoma deberás realizar tus revisiones oculares con mayor frecuencia.
- La actividad física cardiovascular ayuda a prevenir los niveles elevados de hipertensión ocular y arterial. Lo ideal es realizar 45 minutos de ejercicio cardiovascular al día.
