La cefalea en racimos o de Horton es un tipo de dolor de cabeza que se produce en patrones cíclicos y que puede afectar a distintas partes del cráneo.

Cuando los dolores de cabeza empiezan a cesar, se considera que la cefalea en racimos ha entrado en etapa de remisión y el brote está cerca de terminar. Los pacientes que sufren esta enfermedad pueden experimentar varios brotes a lo largo de su vida. 

Esta enfermedad es muy poco frecuente, pero, en Área Oftalmológica Avanzada, te vamos a explicar cuáles son sus síntomas, cuánto tiempo dura y qué causas la provocan.

¿Qué es la cefalea en racimos?

La cefalea de Horton o cefalea en racimos es uno de los dolores más intensos que puede sufrir una persona. Se trata de un tipo de dolor de cabeza muy recurrente que puede llegar a durar semanas e incluso meses. 

Cuando alguien presenta un brote de cefalea en racimos, el dolor puede ser tan fuerte que la persona puede despertarse mientras duerme y el malestar suele concentrarse en un ojo, alrededor del ojo o en un lado de la cabeza. Sin embargo, la mayoría de las cefaleas de Horton se concentran en la zona del nervio trigémino. 

A pesar de que el dolor de la cefalea de Horton es unilateral y se concentra detrás de los ojos, es el médico oftalmólogo el responsable de tratar la patología oftalmológica derivada de la cefalea en racimos o de Horton. Las cefaleas en racimos son una enfermedad neurológica que debe ser atendida por un neurólogo, preferiblemente, especialista en cefaleas, migrañas y jaquecas.

De todos modos, la visita al oftalmólogo es fundamental para descartar cualquier tipo de dolencia asociada a la cefalea en racimos o de Horton.

Afortunadamente, la cefalea en racimos es poco frecuente y no representa un peligro para la vida. Con el tratamiento adecuado, los ataques de cefalea de Horton pueden ser más cortos y menos intensos. 

Además, el consumo de medicamentos especiales para estas cefaleas puede ayudar a reducir el número de dolores de cabeza que una persona usualmente tiene.

Síntomas de la cefalea de Horton

El principal síntoma de la cefalea de Horton es un dolor punzante. Éste aparece de forma repentina y se puede localizar en un ojo, alrededor del mismo o en alguna parte de la cabeza. Sin embargo, las cefaleas en racimos suelen estar acompañada de más síntomas:

• Algunos pacientes, antes de que se presente el dolor, experimentan un aura alrededor de la visión. 
• Sensibilidad a la luz. 
• Náuseas y vómitos. 
• El dolor de ojo que produce la cefalea puede irradiarse a otras zonas como la cara, el cuello, la cabeza, la frente, etc. 
• El dolor de cabeza suele aparecer siempre en el mismo lado. 
• Enrojecimiento ocular del ojo afectado por el dolor. 
• Lagrimeo excesivo del ojo afectado. 
• Congestión nasal en la fosa del lado afectado por la cefalea. 
• Sudoración en la frente y rostros. 
• Enrojecimiento del párpado o la piel que rodea al ojo afectado por la cefalea de Horton. 

Períodos de brotes

La cefalea en racimos es una enfermedad que se presenta por ciclos. Por esa razón, cada vez que una persona empieza a sufrir el dolor de la cefalea en racimos, se considera que está empezando un periodo de brotes, es decir, un ciclo de tiempo indeterminado.

Durante este tiempo, el portador estará sufriendo dolores de cabeza muy fuertes, usualmente, todos los días y a la misma hora del día. 

¿Cuánto duran?

La duración de los periodos de brotes puede variar según cada paciente, su condición física y el tiempo que lleve sufriendo cefaleas de Horton.

Por lo general, los brotes de cefalea en racimos pueden durar entre 1 y 12 meses, seguidos de un periodo de remisión donde puede presentar dolores de cabeza más leves.

¿Qué ocurre durante un período de brote?

Durante un periodo de brote: 

• Los dolores de cabeza afectan de forma diaria al paciente. Puede sufrir varios dolores de cabeza durante el mismo día. 
• Un ataque de dolor de cabeza puede durar de 15 minutos a varias horas. 
• Los dolores de cabeza se manifiestan usualmente a la misma hora del día. 
• Los ataques se presentan usualmente durante la noche, aproximadamente. 

Después de una crisis de dolor de cabeza, el paciente suele quedar muy cansado, incluso cuando ya no tiene dolor. 

Causas de la cefalea en brotes

A día de hoy, se desconoce cuál es la causa exacta de las cefaleas en racimos, aunque los expertos sugieren que se trata de un desorden en el reloj biológico del organismo: el hipotálamo.

A diferencia de otras cefaleas, la de Horton no se asocia a factores desencadenantes como ciertos alimentos, las emociones o cambios hormonales. Sin embargo, se ha comprobado que ingerir bebidas alcohólicas durante los períodos de brotes puede desencadenar inmediatamente un intenso dolor de cabeza. 

Tratamiento de la cefalea en racimos

La cefalea en racimos es una dolencia que no tiene cura. No obstante, el tratamiento se centra en aliviar los síntomas y prevenir los períodos de brotes. Dado que el dolor de cabeza ataca de forma súbita e intensa, es necesario optar por medicamentos de acción rápida. 

La inhalación de oxígeno, a través de una máscara, ha demostrado ayudar a mejorar los síntomas de la cefalea de Horton durante las crisis.

Algunos medicamentos inyectables actúan mucho más rápido que las pastillas y, aunque estos son más fuertes, actúan mejor en personas con dolores muy agudos.

Factores de riesgo

¿Quién puede sufrir cefaleas en racimos? Los factores de riesgo de la cefalea de Horton son: 

• Ser del sexo masculino, la cefalea en racimos era más común en hombres que en mujeres. 
• Tener entre 20 y 50 años de edad.
• Ser fumador.
• Consumo de alcohol. 
• Antecedentes familiares de cefaleas de Horton.

Si presentas algún síntoma de cefalea en racimos, es importante que visites, además de a un oftalmólogo, a un neurólogo de inmediato para tratarla cuanto antes. En caso de cualquier malestar ocular o visual, no dudes en ponerte en contacto con nuestros especialistas de Área Oftalmológica Avanzada. ¡Te esperamos!