Glaucoma pigmentario
Glaucoma es el término utilizado para referirse a una serie de trastornos que dañan de forma progresiva el nervio óptico. El glaucoma pigmentario es un glaucoma secundario que está provocado por el síndrome de dispersión pigmentaria. Este síndrome ocurre cuando el pigmento que da color al iris (melanina) se desprende, queda flotando en el humor acuoso y obstruye los canales de drenaje.
El glaucoma pigmentario puede deteriorar poco a poco las fibras del nervio óptico, causando deterioro visual y provocando secuelas irreversibles en la visión. Este tipo de glaucoma es más común en personas jóvenes y, al igual que el glaucoma de ángulo abierto, no suele ser sintomático en su fase inicial.
Glaucoma pigmentario
Glaucoma es el término utilizado para referirse a una serie de trastornos que dañan de forma progresiva el nervio óptico. El glaucoma pigmentario es un glaucoma secundario que está provocado por el síndrome de dispersión pigmentaria. Este síndrome ocurre cuando el pigmento que da color al iris (melanina) se desprende, queda flotando en el humor acuoso y obstruye los canales de drenaje.
El glaucoma pigmentario puede deteriorar poco a poco las fibras del nervio óptico, causando deterioro visual y provocando secuelas irreversibles en la visión. Este tipo de glaucoma es más común en personas jóvenes y, al igual que el glaucoma de ángulo abierto, no suele ser sintomático en su fase inicial.
¿Qué es el glaucoma pigmentario?
El glaucoma es una enfermedad que ocurre cuando se presenta un fallo en el sistema de drenaje del humor acuoso, provocando que esta sustancia no pueda salir del ojo o reabsorberse con normalidad. La retención del humor acuoso en la estructura ocular hace aumentar los niveles de presión intraocular (PIO), lo cual daña de forma progresiva el nervio óptico y afecta la visión.
El glaucoma secundario es aquél que se produce por consecuencia de otras patologías, tanto oculares como sistémicas. El glaucoma pigmentario es un glaucoma secundario causado por el síndrome de dispersión pigmentaria. Esta enfermedad se caracteriza por el desprendimiento de los pigmentos (melanina) posteriores del iris, los cuales quedan atrapados en el sistema de drenaje del humor acuoso, provocando su obstrucción.

Cuando la melanina queda atrapada en la malla trabecular o en cualquier otra estructura del sistema de drenaje, impide que el humor acuoso fluya o se absorba correctamente y se produce un aumento importante en la presión intraocular. Los niveles elevados de PIO constantes o fluctuantes dañan el nervio óptico causando un daño irreversible.
¿Qué lo produce?
El glaucoma pigmentario está provocado por el síndrome de dispersión pigmentaria. Esta condición ocurre cuando la melanina que da color al iris se desprende, viaja por la estructura ocular y se acumula en el humor acuoso. Las partículas de melanina pueden obstruir el sistema de drenaje haciendo aumentar los niveles de presión intraocular.
El síndrome de dispersión pigmentaria es más común en adultos jóvenes del sexo masculino, de raza blanca y que padecen miopía. Los pacientes con este síndrome pueden sufrir aumentos súbitos de la presión intraocular durante la práctica de ejercicio físico, pero por lo general los niveles vuelven a la normalidad. No obstante, los aumentos repentinos de presión pueden provocar visión borrosa y halos de colores alrededor de las luces.
No todos los pacientes con síndrome de dispersión pigmentaria desarrollan glaucoma. Por lo general, contra más edad tiene el paciente menor riesgo tiene de sufrir glaucoma pigmentario, aunque la predisposición a sufrir la enfermedad permanece a lo largo toda la vida de la persona. Lo ideal es que los pacientes con este síndrome sean examinados periódicamente por un oftalmólogo para descartar o detectar a tiempo el glaucoma pigmentario.
Síntomas del glaucoma
El glaucoma pigmentario, igual que el glaucoma de ángulo abierto, no suele provocar síntomas. La ausencia de síntomas a menudo puede provocar que el diagnóstico se realice cuando la enfermedad ya esté avanzada y el paciente presenta un daño visual que es irreversible.
Cuando el glaucoma pigmentario se manifiesta, por lo general, el paciente presenta visión borrosa y observa manchas en el campo visual. Es muy importante que las personas diagnosticadas con síndrome de dispersión pigmentaria acuden cada seis meses al oftalmólogo para examinar la estructura ocular y medir la presión del ojo.
Entre las pruebas que los oftalmólogos realizamos para diagnosticar el glaucoma pigmentario resalta la gonioscopia y pruebas funcionales del nervio óptico. Sin embargo, la presencia de pigmento en la malla trabecular o demás estructuras del sistema de drenaje es suficiente para sospechar que el paciente sufre de glaucoma pigmentario.

Tratamiento del glaucoma pigmentario
El tratamiento del glaucoma pigmentario tiene como objetivo regular los niveles de presión intraocular para evitar que el incremento de la PIO cause deterioro irreversible en el funcionamiento del nervio óptico. Contra antes se diagnostique la enfermedad, mejor será el pronóstico visual del paciente.
El tratamiento para el glaucoma pigmentario varía según la fase en que se encuentre el glaucoma, es decir, si está comenzando, si es agudo o si ya es una enfermedad crónica que ya está afectando a la visión. En general, los pacientes comienzan el tratamiento utilizando fármacos tópicos para controlar la presión intraocular. Estos fármacos son administrados en forma de gotas que se instilan directamente en la estructura ocular.
En caso de que la enfermedad avance de forma progresiva, puede ocurrir que el tratamiento con gotas deje de hacer el efecto esperado. En estos casos, el oftalmólogo evaluará la opción de someter al paciente a una cirugía para el glaucoma que puede ser de drenaje o con tecnología láser.
La cirugía del glaucoma tiene como objetivo drenar el humor acuoso para mantener regulados los niveles de presión intraocular. En función de la opción quirúrgica que el cirujano glaucomatólogo establezca podemos desobstruir el sistema de drenaje o filtrar el líquido acumulado. Tanto la cirugía como la técnica quirúrgica varían según las necesidades de cada paciente siendo, en ocasiones, necesario realizar varias cirugías en función de la afectación de la enfermedad en el ojo.
Desde Área Oftalmológica Avanzada alegamos a la responsabilidad y a cumplir correctamente con el tratamiento, ya que es imprescindible para preservar la salud ocular y evitar una pérdida total e irreversible de la visión.

