Síntomas de la miopía
La miopía es un defecto refractivo muy común cuyo principal síntima es la dificultad para ver correctamente los objetos que se encuentran lejos.
Dicho esto, los síntomas de la miopía pueden manifestarse gradualmente o de forma muy rápida, aunque son más frecuentes durante la niñez y la adolescencia.
Los primeros síntomas de la miopía en niños son la dificultad para ver la pizarra y los dolores de cabeza constantes.
Síntomas de la miopía
La miopía es un defecto refractivo muy común cuyo principal síntima es la dificultad para ver correctamente los objetos que se encuentran lejos.
Dicho esto, los síntomas de la miopía pueden manifestarse gradualmente o de forma muy rápida, aunque son más frecuentes durante la niñez y la adolescencia.
Los primeros síntomas de la miopía en niños son la dificultad para ver la pizarra y los dolores de cabeza constantes.
¿Qué es la miopía?
Los defectos refractivos son trastronos oculares que dificultan el correcto enfoque de las imágenes. Los más comunes son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
La miopía es el defecto refractivo que causa visión borrosa de los objetos que se encuentran a larga distancia. Esto ocurre porque la luz que entra en el ojo se proyecta delante de la retina y no sobre la retina.
En la mayoría de casos, la miopía se manifiesta durante la niñez y la adolescencia, suele ser una alteración hereditaria y se estabiliza a partir de los 18 años.
Cuantra mayor es la miopía durante la infancia, más tiempo puede tardar en estabilizarse, incluso seguir aumentando cuando el paciente sobrepasa los 25 años de edad.
Síntomas de la miopía
El principal síntoma de la miopía es la visión borrosa de los objetos y las imágenes que se encuentran a larga distancia.
Sin embargo, la miopía suele manifestarse a través de muchos síntomas que, a veces, no solemos asociar a problemas de la vista. Conozcamos cuáles son:
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Ojos enrojecidos.
- Escozor en los ojos.
- Frotarse los ojos con mucha frecuencia.
- Dificultad para conducir de noche.
- Fatiga ocular.
Con mayor frecuencia, la miopía se detecta durante la infancia, sobre todo a los 4 años de edad y, por lo general, son los profesores quienes se dan cuenta de que un niño necesita ir al oftalmólogo.
Algunos signos para saber que padecemos miopía son:
- Entrecerrar los ojos para poder ver mejor de lejos.
- Dificultad para ver o leer lo que está en la pizarra.
- Parpadear mucho para ver de lejos.
- Bajo rendimiento escolar.
- Necesidad de sentarse muy cerca del televisor para ver mejor.
¿Cómo detectar la miopía?
La principal señal que nos hará detectar la presencia de miopía es la visión borrosa de lejos. De todos modos, el dolor de cabeza o los mareos también pueden indicar la presencia de miopía.
La única manera de detectar la presencia de miopía de forma fiable es acudir a un centro oftalmológico donde podemos realizar las pruebas refractivas oportunas y una exploración completa del ojo.
En casa
Para poder detectar la presencia de miopía debemos examinar si vemos los objetos nítidos a larga distancia o los vemos borrosos. Esta prueba que podemos hacer en casa debemos realizarla primero con un ojo y cerrando el otro, luego abrimos el que estaba cerrado y cerramos el ojo que estaba abierto y finalmente hacemos la prueba con ambos ojos abiertos.
En casos con miopías bajas en un ojo o en ambos, el cerebro en conjunción con el ojo, pueden estar haciendo un esfuerzo de acomodación para que veamos nítido, por eso, es posible, que haya presencia de miopía aún y sin ver borroso de lejos. En esta situación, podemos detectar, en casa, una posible presencia de miopía por el sobreesfuerzo que realiza nuestro cuerpo como síntoma los típicos dolores de cabeza o fatiga visual.
En la clínica
Siempre que se presente dificultad para ver correctamente los objetos a cualquier distancia, es indispensable acudir al oftalmólogo para realizar una revisión de la estructura ocular.
La forma correcta de detectar la presencia de miopía es a través de un examen oftalmológico completo donde será necesario dilatar la pupila, estudiar el fondo de ojo, la refracción y la salud ocular general.
El estudio de la refracción permite diagnosticar los defectos de la visión, como la miopía. Para ello, es habitual que el oftalmólogo haga uso de varios instrumentos y lentes para medir la visión de lejos y de cerca.
Al detectar la presencia de miopía, el médico oftalmólogo le da al paciente una receta con la fórmula de la graduación para las gafas o lentillas. Esta fórmula debe ser entregada al optometrista que realizará la graduación de los cristales de las gafas o las lentillas.
Causas de la miopía
La miopía está causada por factores que forman parte de la estructura ocular, tales como la córnea, el cristalino y la propia estructuctura ocular.
Cuando existen irregularidades en la curvatura de la córnea, la luz que entra al ojo atraviesa el cristalino, pero las imágenes se forman delante de la retina y no sobre ella.
Ten en cuenta que puede suceder lo mismo si el cristalino es demasiado curvo y tiene una potencia de enfoque deficiente.
Además de la anatomía ocular, existen otros factores que pueden causar miopía:
- Genética: La miopía es una condición hereditaria. El hijo de uno o dos padres miopes tiene un alto riesgo de desarrollar miopía en la infancia.
- Patológicas: Algunas enfermedades pueden causar miopía de forma permanente o temporal como efecto secundario. Por ejemplo, la diabetes, el queratocono o las cataratas.
- Factores ambientales: Trabajar con dispositivos electrónicos con poca luz o una iluminación inadecuada, y pasar mucho tiempo expuesto a la luz solar, son factores que pueden desencadenar una miopía.
- Tóxicos: El consumo o la exposición a sustancias tóxicas puede favorecer la aparición de la miopía.
Tratamiento de la miopía
Durante la infancia y la adolescencia, la miopía se debe corregir usando gafas o lentillas, ya que el globo ocular aún se encuentra en proceso de desarrollo y es normal que las dioptrías aumenten cada cierto tiempo.
Los niños con miopía son candidatos a la ortoqueratología, una subespecialidad de la contactología que adapta lentes permeables al gas con el objetivo de reducir la miopía.
El uso de estas lentes durante varias horas del día corrige la curvatura de la córnea y elimina la miopía de forma temporal. Así pues, podemos decir que ortoqueratología es una forma de prevenir la miopía alta.
Sólo en la edad adulta, cuando el desarrollo del globo ocular ha finalizado, se puede optar por la cirugía refractiva para corregir los defectos de la visión de forma definitiva.
