Cuando se examina la visión de un paciente con una luz y la pupila se vuelve blanca, es posible que estemos ante una enfermedad ocular que incluso puede llegar a ser grave. Esta enfermedad se conoce como leucocoria, y es importante hacer un diagnóstico para determinar cuál es la causa que la origina.

En Área Oftalmológica Avanzada te damos más información sobre la leucocoria: sus causas, diagnóstico y tratamiento.

leucocoria

¿Qué es la leucocoria?

La leucocoria es un efecto que puede darse en el ojo tras ser examinado bajo un haz de luz, y consiste en que la pupila se ve blanca o blanquecina. Es un síntoma de que el paciente puede presentar un problema ocular, por lo que el oftalmólogo tendrá que realizar un diagnóstico personalizado.

No es una enfermedad al uso, sino que se trata de un signo de que puede existir. También se conoce como pupila blanca u ojo de gato amaurótico.

Causas de la pupila blanca

Existen diversas razones por las que el paciente puede presentar un aspecto blanquecino en la pupila. Veamos cuáles son las principales:

Retinoblastoma

El retinoblastoma es la causa más común de la leucocoria. Se trata de una neoplasia congénita maligna que aparece en las capas nucleares de la retina. Es la más habitual entre niños, y puede presentarse en los dos ojos en un 25%-35% de pacientes. Su origen suele ser una mutación genética heredada o espontánea.

Cataratas

Otra causa habitual de la leucocoria son las cataratas congénitas, y suelen aparecer por el envejecimiento natural del ojo. Sin embargo, también existen otras razones, como infecciones ocasionadas en el parto, así como enfermedades del metabolismo o genéticas. Se trata de una opacidad parcial o total del cristalino del ojo, que se produce cuando éste pierde su transparencia natural.

Ojo vago

El ojo vago o ambliopía se origina cuando disminuye la agudeza visual sin que exista alteración alguna en las estructuras del ojo. Puede deberse a otras causas, como que el paciente utilice un ojo más que el otro, debido a un problema de estrabismo.

Anisometropía

La anisometropía se produce cuando la diferencia de graduación entre ambos ojos es considerable, siendo significativa a nivel clínico cuando es de, al menos, una dioptría. Si la disparidad alcanza tres o cuatro dioptrías, la visión binocular se ve seriamente comprometida.

Traumatismos

Cuando, por una lesión traumática hay un sangrado intraocular, pueden producirse otros daños (como las cataratas) que den lugar a la leucocoria.

Infecciones

Si se inflaman las estructuras intraoculares por alguna infección (como toxoplasmosis o viritis, entre otras) la pupila puede tener un aspecto blanquecino.

pupila blanca

Desprendimiento de retina

Consiste en el desprendimiento parcial o completo de la retina de la parte posterior del ojo. Cuando esta se separa, deja de funcionar, y las señales luminosas no se pueden procesar correctamente en el cerebro. El paciente sufre una pérdida de visión que puede llegar a ser grave y permanente.

Otras posibles causas

La pupila blanca también puede tener otros orígenes, como enfermedades vasculares del ojo y la retina en particular, así como la enfermedad de Coats o una hiperplasia primaria del cuerpo vítreo, entre otros.

Diagnóstico de la pupila blanca en niños

A la hora de diagnosticar la leucocoria infantil, el optometrista realiza una revisión completa rutinaria. Con un retinoscopio se puede hacer una detección temprana, valorando el reflejo retiniano o reflejo de Bruckner. También se puede utilizar un oftalmoscopio para observar el fondo de ojo.

Además, disponemos de otras tecnologías para analizar el reflejo rojo a través de fotografías en niños pequeños, tales como el SureSight autorefractor de Welch-Allyn y el Photo Screener MTI. La prueba complementaria que más se emplea para estudiar la pupila blanca es la ecografía de alta resolución.

Cabe destacar que, aunque la leucocoria no constituye un riesgo por sí misma, es síntoma de una posible enfermedad ocular que podría llegar a ser grave. El oftalmólogo debe realizar las pruebas correspondientes para concluir cuál es la lesión que origina la pupila blanca, así como su gravedad.

Tratamiento

En función de cuál sea la causa que haya provocado la leucocoria, se aplicará el tratamiento más adecuado. Es importante actuar de forma rápida para que el procedimiento sea lo más exitoso posible.

Después de explorar el ojo de manera exhaustiva, el oftalmólogo emite un diagnóstico determinando de la enfermedad, cuál es la forma apropiada de tratarla y qué resultados podemos conseguir.

En el caso de la leucocoria infantil, los procedimientos más habituales son los siguientes:

  • Radioterapia: si la causa es un tumor.
  • Fotocoaculación: también en casos de origen tumoral.
  • Cirugía vitreorretiniana: si la pupila blanca se debe una lesión o traumatismo intraocular.

Estos tratamientos van siempre acompañados de un proceso de supervisión y recuperación.

En Área Oftalmológica Avanzada somos expertos en el diagnóstico de las lesiones oculares que provocan la leucocoria. Si tienes alguna duda en relación a este tema, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Te atenderemos encantados!

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¿Qué es la leucocoria Descubre sus causas, síntomas y tratamiento
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La leucocoria es un efecto que puede darse en el ojo tras ser examinado bajo un halo de luz, y consiste en que la pupila se ve blanca o blanquecina.
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